lunes, septiembre 27, 2004

Mujer, mujer norteña

Las terrazas comienzan a tener poco sentido. Parecen absrudas cuando empieza ya por las noches a soplar el viento y a aparecer el frío. No se me ocurre mejor imagen para ilustrar el fin del verano; un terraza de ciudad, desierta, un camarero que sale del bar, mira al cielo, se encoge y se pone a recoger las mesas, las sombrillas y las sillas. Hoy todo lo que queda por contar está más lejos de lo habitual, no sé por qué. Los días conta2 se estrechan, supongo. Felicidades a todos los que lo merecen, ellos ya saben quién son. De acuerdo. Una vez más. Ayer en el Hard Rock. Mucha gente cenando en la mesa. Hay gente que se conoce de la noche anterior. El local es oscuro, suena algo de Prince. Nos levantamos, vamos a dar una vuelta por el bar con la excusa de acudir al servicio. En las escaleras que van a dar a la pequeña planta baja nos encontramos con una vieja guitarra de los Héroes del Silencio. Allí está, como un animal disecado. La miramos y después nos abrazamos muy fuerte, como si estuvieramos conjurando algo que pasó hace mucho tiempo. El hallazgo de ayer es éste: Cuando ella sonríe, el mundo entero lo hace con ella.

miércoles, septiembre 22, 2004

Wellcoming Bebe

Feliz por haberla conocido, porque la piezas del puzzle, muchas de ellas, comiencen a coincidir a pasos agigantados, entre otras cosas gracias a Billie Holiday, gracias a las impensables calles desiertas de Madrid, un domingo de madrugada, gracias a la Plaza de Colón y sus mensajes cifrados. Y por supuesto gracias a sus ojos, que no son tristes, no como el futuro, a sus tobillos perfilados y a mis aventuras por su pelo. Más que feliz, me atrevería a decir que eufórico, efervescente, casi descuidado. A pesar de casi nada, ya, gracias a véte tú a saber qué. Quién conoce los mecanismos de afinidad. Y no me vale aquella pseudoteoría de los vínculos horizontales, advierto. Tengo la impresión de que podría esperarla todos los veranos, de que el tiempo apenas pasaría si siguiera esperándola a lo largo de los meses y las noches y las llamadas perdidas y los e-mails con poco juicio y menos sentido. La esperaría con los puños apretados y el corazón helado, haciendo astillas la distancia de mí a las fotos en las que aparece y de esas fotos al futuro. Apenas apreciaría el paso de esos momentos, sería el vagabundo de las estrellas que se desplaza por el espacio a la velocidad de la luz y no, no envejece. Otra vez es de noche. Estoy en mi habitación. Me asomo a la ventana y tengo la impresión de que ahora ninguna canción triste puede traerme mala suerte.

lunes, septiembre 20, 2004

No deberíamos olvidarnos de la importancia de las afinidades casuales. Sí, cuando te cruzas con alguien con quien compartes gustos. Afinidades positivas, quiero decir. Luego están las afinidades negativas, esas que unen a dos personas por aquello que rechazan, lo que normalmente es un refugio de alguna duda, o miedo. (¿De qué hablan los ciclistas cuando pedalean pegados unos a otros en el pelotón, agachados sobre la bicicleta? ) ayer fue un día agotador; coche, partido de baloncesto a las 9 de la mañana (victoria, aplausos, trofeo Brunete entregado por Toñín Llorente), coche otra vez, trabajo, trabajo y después más trabajo...y luego a partir de las 12 de la noche otra vez café, cena, bares, música, conocidos, risas... así llego al lunes, con algún teléfono más en la agenda del móvil y varios euros menos en la cartera. afortunadamente se trata de un cansancio reconfortante. Ni pizca de cansancio mental. Echaba de menos a Azahara en el trabajo, me había dado cuenta de que hacía días que no venía. Ella trabaja en la sección de polideportivo. La conozco de cuando ehice allí los JOlímpicos. Me había dado cuenta pero no la había llamado por teléfono, aunque lo había pensado. Hoy sí que ha venido. La he preguntado si ha estado mala, me ha respondido que no, que la que ha estado mala ha sido su madre. Bastante mala. Estoy tratando de colgar alguna foto, pero tengo que bajarme un programa, y no me apetece nada. recomedación del día: http://pro.corbis.com/sectionfront/default.aspx?Category=2

sábado, septiembre 18, 2004

"Lo más importante es saber atravesar el fuego"

Sí, fallecido otro de los Ramones, Johnny, esta vez. De vuelta a la redacción tras alguna fiesta estos días atrás y bastante trabajo. Los que han terminado las vacaciones cuentan sus aventuras por EE UU o por la playa de Gandía. Hay un tío que no para de hablar de los leones que tenían en la puerta de un casino de Las Vegas. Supongo que es una buena forma de advertir a la clientela de dónde se va a meter. En Valladolid y en Salamanca, con pocas horas de por medio. Con Aitor, Patricia, Álvaro y Sandra, las dos parejas y yo. En las ferias de Pucela, en el ferial, quiero decir. Primero tiramos a canasta y por supuesto, somos incapaces de anotar dos veces con esos balones tan hinchados y esos tableros tan duros. Y cómo escuece. Luego nos montamos en los coches chocones, Álvaro y yo en uno y Aitor y Patricia en otro, y hacemos el animalote un rato. Pasándolo bien. Luego nos encontramos con una de sas máquinas de boxeo en la que tienes que fdarle un buen mamporro a una pera. Nos hacemos los machitos un rto, los tres primos. Aitor hace honor a la vascongadas y hace 400 puntos, Álvaro decepciona y maraca 300 ante el cachondeo generalizado y yo triunfo con 450. Después de dar el mamporro espero los besos de las chicas y las flores y los aplausos, pero sólo me encuentro conque Patricia me da las gafas de sol que se me han ido al suelo por la emoción. Vamos a las caseas, compramos un par de botellas de sidra en la casa de Asturias, se hace de noche, suena música pachanguera, "camina y ven", etc... y probamos unas patatas con una salsa que pica mucho en la casa de Canarias. Trato de localizar a María porque es su cumpleaños, pero siempre me topo con un contestador en alemán que invita a cualquier cosa menos a dejar un mensaje. Ya tengo arreglada la puerta del coche. Ya casi me había hecho a esa imperfección con su historia a cuestas, su golpe y su furgoneta que apareció por la izquierda y me dio un buen golpe. Y he pasado unos días con los abuelos. Preparan una comida especial y cuando acabamos, con el café, cuentan historietas de cuando yo era pequeño, las monadas que hacía y esas cosas, lo hacen con tanta emoción que aunque las haya oído mil veces no me importa. Ser el primer nieto tiene estas ventajas, "eras igualito al príncipe Felipe, una vez nos paró una señora por la calle para decirnoslo...", "hay que ver cómo comías, cómo dormías, todo en su momento, y nunca, nunca llorabas por nada, no como los demás niños...". Yo no me acuerdo de nada de eso, así que mientras me quedo mirando fijamente sus maravillosas arrugitas. Acaba de venir al periódico Pau Gasol. Está paseando por aquí, parece muy tímido. Ciao!

miércoles, septiembre 15, 2004

2 blogs amigas, de dos amigos

las de Manolo y la de la Rebe. las visito muy a menudo (ellos no se conocen entre sí): www.enquemeando.blogspot.com www.paroxismo.blogspot.com hey

sábado, septiembre 11, 2004

looking for something

eramos parte de algo mejor, eso es todo, creo por un momento. Ahora que estoy aquí escribiendo textos y colándome de vez en cuando en el blog, me doy cuenta. ayer estábamos escribiendo una buena página de amistad, valga lo cursi de la expresión, quiera lo que quiera decir eso. Estoy hablando de Julio, julito, Rafa y yo haciendo una lista de las cinco mejores canciones pop de la historia a las 6 de la mañana, humo, cervezas, The Temptations sonando de fondo, en el piso de Julio en la calle Orense. Un piso donde lo único que encuentras es una mesa enorme, tipo despacho, vacía, libros en francés amontonados por todas partes, un estrecho servicio y una cocina mínima (con un frigorífico vacío y la sordidez, allí, escondida). Hablando de David Lynch. listas, los cinco mejores temas para cuando tu novia te ha dejado, las cinco mejores novelas de ciencia ficción, las cinco mejores frases, las cinco mejores películas de los años 80, los cinco mejores jugadores europeos de básket de la historia, las cinco actrices más aburridas. Listas para todo, como en Alta Fidelidad. pero todo empieza unas cuantas horas antes, cuando Rafa y yo salimos del periódico después de trabajar 12 horas, sí, 12, mano a mano, y llegamos al "Déjate besar", donde nos esperan Julio y su novia, Pilar. Cuando llegamos Julio me pasa el brazo por la espalda. Las cervezas le han encendido las mejillas, le brillan los ojos, el flequillo se le ha vuelto loco. Me dice: "he hablado con la tía que está pinchando, tenemos algo para tí". Y en ese momento mira hacia la cabina y levanta el pulgar para que la pinchadiscos, rubia, cerca de los treinta y guapa, lo diré, guapa a rabiar, levante su pulgar y el mundo se ponga boca abajo porque de repente empieza a sonar "Sufragette City", de David Bowie. Que es nada menos que una de mis canciones favoritas para salir de fiesta. Y buena para casi cualquier cosa, creo. y que más da cómo empieza todo, "la vida es lo concreto", eso dice Fernando Múgica, que sabe muchas cosas más que los demás. Lo que importa es el peso de las palabras en el aire, rebotando en las paredes, afiladas, en la cabeza, espesa. Lo que importa es después salir a la calle de día y apuntarse al ritmo de los que la pueblan, a primera hora, las ojeras del que está descargando fruta en el supermercado y que ha aparcado en doble fila, el padre de familia que se asoma al portal vestido para hacer footing, el olor a horno caliente de la panadería, lo bueno es eso, comprar el periódico y echar una ojeada al mundo con los ojos cansados, y casi, casi, pensar que toda la noche te las has pasado haciendo trampas, y que sí, que todo es, de algún modo extraño, perfecto ahí afuera.

miércoles, septiembre 08, 2004

limbostarr

he mandado un mensaje enorme al limbo donde quiera que estés, vuelve pronto

me-ca-no espop! en el supermercado

en el periódico, ahora, puestas las velas antesdeayer (gracias, Elena) y preguntándome cuál puede ser el verdadero nombre de "lamejorquien" en definitiva, en el supermercado ayer comprando fruta y cereales, leche y zumo de naranja, en mi día libre; sorteando carritos de la compra conducidos por enfebrecidos compradores, gafas de sol y polo de manga corta, apenas oteando los precios. Es 7 de Septiembre. Alguien ha pinchado "El 7 de septiembre", de Mecano. ...el 7 de septiembre... y en la sección de congelados un chico y una chica. Unos 18 años. Tienen aspecto frágil, pienso. La chica, a sus espaldas enormes filas de yogurts, congelados, pone cara de malestar y frota sus dos brazitos, el uno con el otro, en un intento de darse calor. Busca on la mirada al chico. Él, al poco, se da la vuelta y al verla, la hace desaparecer en un abrazo. Un abrazo de oso. ...es nuestro aniversario.... Oigo un ruidito molesto. Recuerdo que es mi móvil. Es mi madre. Me pregunta cuando voy a volver. Me habla de ir a ver a los abuelos. Me apetece mucho. Es muy agradable, charlar. Me dice también que León está muy raro desde que Irene y yo nos hemos ido. Que no se porta muy bien. "Ladra y está estropeando el parqué". Me siento, en parte culpable. La distancia y sus derivaciones, pienso. Ojalá pudiera traérmelo, al enano. Que no se me olviden los cereales. ....y no sabemos si besarnos... en la caja rápida, imaginando los pensamientos de mi cajera, que, leo, se llama Azucena. Morena, rellenita. Los pensamientos de una mujer encorbatada que supervisa a los cajeros. Azucena y su manos, ágiles, preguntándome si quiero una bolsa. 13,25. No tengo suficiente en la cartera, recurro a la tarjeta. Azucena mira mi foto en el DNI, después me mira a mí, dejo de pensar en sus manos con esos ojos negros comprobando si yo soy el de la foto (ya no llevo las gafas de sol) y pienso "no te favorece tanto maquillaje". Juraría que tarda un poco más de la cuenta en comprobarlo y no sé qué cara poner y por unas décimas de segundo pienso que no, que no soy yo el de la foto, que soy otro. Luego ya estoy fuera con mi bolsa de plástico, imaginando qué hacer el resto de la mañana. (...en la cara o en los labios... )

sábado, septiembre 04, 2004

¿Quién puede matar a un niño?

Hoy todos los quioscos vomitan sangre. Me asomo a ellos porque no veo los informativos de televisión y el horror se mezcla con la tinta y se espesa, se vuelve horror y disparos, pólvora y sangre, hedor de cuerpos amontonados y lágrimas, saladas. Los quioscos escupen niños muertos en camillas, a salvo ya de nada, y es imposible sentirme un ser humano con eso delante. Con sangre derramada por la sien, algunos. Pidiéndole explicaciones al aire, los otros. Ayer eran las madres las protagonistas; muchas habían tenido la ocasión de ser rescatadas, pero se habían quedado con sus hijos. Las madres. Hoy son sus hijos. Seguramente ayer fue el cumpleaños de alguno de esos niños que apenas me atrevo a mirar de reojo. En el trabajo lo vuelvo a intentar, abro El País y leo que los terroristas chechenos comenzaron a disparar a los niños por la espalda cuando vieron que la policía rusa tomaba el mando de la situación yentraba en el recinto. Leo también que mataron a muchos de esos niños ya hace dos días, el primer día del secuestro, porque gritaban, porque no paraban de chillar de miedo. Pienso en lo cuerpos de los niños quebrándose bajo los disparos, vertiendo su vida en balde, condenados a la oscuridad de la memoria de todos aquellos que nunca los conocímos. Cuerpos tan frágiles, dolientes, heridos para siempre y salpicados de muerte. Alguien decía que la infancia es la patria de todos, creo que Benedetti. Por eso quizá no lo entienda, por ello tenga este agujero en el estómago que no, que no se llena. No entiendo nada.

viernes, septiembre 03, 2004

mis queridos freaks: http://crossroads.kennerarchive.us/phantom/index11.html disfruten

AQUÍ EMPIEZO

presentación oficiosa: días contados, y para ser contados, en cuenta atrás, días que se escapan (hola)