sábado, octubre 30, 2004

Nos queda el cine, por ejemplo, la hermosa mentira del cine

Películas, vistas, soportadas, admiradas, soñadas:
Roma
Aristarain mantiene intacto el oficio y el dialogo de sus películas, aquél que le llevó a filmar la soberbia Martín:Hache. Inteligente, sutil y emocionante, sospecho que se deja media biogarfía en cada fotograma, en casa secuencia. Esta película suena a jazz y a rio, huele a alcohol y a tinta de imprenta, a libro recién abierto y a libreria de viejo, sabe a años de la niñez de otro, que al final es la niñez de todos. La adolescencia es diferente, lo es para cada uno porque al final son muchas dentro de una, pero la niñez es una, la vivimos todos y es común, casi comunitaria. Roma es quizá un homenaje a la figura de la madre, quizá un cuento sobre cómo reconstruimos nuestra vida cuando ya se acaba y miramos hacia atrás, y tratamos de dar coherencia a los hechos dispersos que nos salpican la memoria, a las fechas, a los lugares, a los libros que leímos, a las citas, a las chicas a las que decíamos adiós en los portales, a los amigos que apenas tuvieron suerte. Es una historia de búsqueda. ¿Se puede echar de menos algo que nunca se ha tenido, a alguien a quién nunca se ha conocido? Roma es parte de la magia, pero sólo una parte. Jaula de oro, la memoria, escoba de momentos, lugares y personas. Puro cine.
The Village (El Bosque) Enorme. No es una película de miedo, como mal nos hizo creer la publicidad. Es una historia de amor como pocas se han contado en el cine. Y también una historia política. Las películas de Shymalan no se parecen entre ellas. Veo pocos puntos comunes entre las que he visto: El sexto sentido, El protegido, Señales y El Bosque. Bueno, quizá alguna más entre estas dos últimas. La religión, o mejor dicho, la fe, el cuestionamiento de la fe, está muy presente en las dos. Decía que esta última cinta es una historia de amor, sí, pero también habla de cómo renunciar a las utopías, de el mal, presente en la naturaleza del hombre por mucho que él pretenda esquivarlo, excusable, imprescindible. El director cuenta mucho contando lo mínimo, menos es más. Contada con un ritmo muy pausado -quizá demasiadoe durante toda la priemra hora-, como le gusta a este director, contiene hitorias calladas como la que protagonizan los personajes que interpretan William Hurt y Sigourney Weaver, una banda sonora sugerente, memorable y omnipresente, y un manejo de la cámara y una fotografía me atrevo a decir que, de puro clásico, casi roza lo exageradamente academicista. Creo que ganará con los años porque es un film atemporal. Imprescindible. Tiempo al tiempo.
Man On Fire (El fuego de la venganza)
Tony Scott y sus tics. La cámara se descompone, gira, enloquecida, sigue girando, la luz aparece y desparece como si tuviera vida propia. Exactamente lo de siempre, pero esta vez con peores resulatdos. ¿Y la trama, los personajes?. Se trata de la historia de una venganza, ni más ni menos. Denzel Washington es un guardaespaldas alcohólico al que encomiendan el cuidado de la hija de una adinerado metido en asuntos muy turbios. La bella despierta el lado más tierno y humano de la bestia, que se redime de todos sus años de errores. Cuando unos secuestradores matan a la pequeña Denzel se dedica a matar, uno por uno, a los asesinos. Al final nada es lo que parece, todo el mundo tiene algo que ocultar, salvo el propio Denzel, claro, que es el héroe de una pieza, incorrupto y sacrificado. Previsible, sólo divertida en momentos muy puntuales y escasos, pobre en su planteamiento de buenos contra malos. En resumen, mala.
Eternal Sunshine of the Spotless Mind (Olvídate de mí) Olvídate de Jim Carrey. O mejor dicho, dale otra oportunidad, que el chico se lo ha ganado después de The Truman Show. Ojo, pensé antes de meterme en la sala; la peli está basad en un guión de Charlie Kaufman, al que no tengo especial aprecio tras Adaptation (El ladrón de orquídeas). Pero hubo sorpresa. Su nuevoe engendro sale esta vez bien parado. Calculando: Memento+Cookie´s Fortune+Cube+Cuando Harry encontró a Sally. Más o menos. Mareante y desasosegante, pero coherente. Y muy divertida. Otra vuelta de tuerca a las relaciones de pareja,e sa mina para el cine. Sin moralejas ni aburridas conclusiones, una historia muy fresca y contada, eso es lo mejor, como nunca lo habrías imaginado. Alrededor de los dos protagonistas, excelentes secundarios como Kirsten Dunst, Mark Ruffalo, Elijah Woodd o, especialmente, Tom Wilkinson. Le sobran pocas cosas y a veces da la impresión de haber sido rodada sobre la marcha, sobre todo en todas las secuencias en la casa del personaje de Carrey.
Collateral Esperadísima por mí, con las expectativas por todo lo alto, pues Michael Mann ha dirigido algunas de mis películas favoritas, como El último mohicano, Heat o El Dilema, salí de la sala con un regusto amargo. Memorable el montaje, las secuencias en las que el taxi recorre las calles de la nocturna, solitaria y desoladora ciudad de Los Ángeles, las secuencias de acción -casi todas- y la luz del film, siempre tenue, azulada, amenazadora. Pero escasos los personajes, escasos en sí mismos, no aportan casi nada, apenas dan la impresión de tener matices, de acoger cualidades que nos los hagan no ya próximos, sino al menos interesantes, y por ahí se le escapa la pelicula a Mann. Tiene los peores defectos de su pinchazo más sonado, Ali; la trama termina por convertirse en un excusa para alargar la cinta más de la cuenta. ¿Tom Cruise? Sólo válido, correcto, sin más. No pasará a la historia por este papel, aunque el disfraz de malo le sienta mejor de lo esperable.
Crimen Ferpecto
O la venganza de la fea. Divertida, suelta, distendida, con el sello De la Iglesia: humor bestia, sangre y víscera, parodia y un final muy irónico. Tras las risas, la burla a los trepas que pueblan las atribuladas vidas de empleados, jefecillos y ancargados en general, unas risas crueles y de menosprecio a costa de sus denodados e inútiles intentos por llegar a aparentar lo que no son. Sus personajes se deslizan en un mundillo obsesionado por tener, aparentar tener: un buen puesto, un buen coche, una buena casa, mujeres en perenne disposición sexual, viajes y todo tipo de lujos de adquisición y consumo. El ascenso de clase como sublimación perfecta. Guillermo Toledo borda un personaje trepa, sin escrúpulos, temeroso de sus jefes y cruel con sus subordinados, despreciable y patético. Perfecta para pasar un buen rato sin pensar demasiado.

jueves, octubre 28, 2004

Especies que desaparecen

La noticia ha saltado a todas las portadas: Hallan restos de una nueva especie de ser humano de pequeño tamaño Los investigadores Peter Brown, Mike Morwood y Bert Roberts han descubierto una nueva especie de ser humano, denominada 'Homo floresiensis', que vivió hace tan sólo 18.000 años, según publica en su última edición la revista 'Nature'. Las reacciones han sido inmediatas: - Mi kioskero me ha dicho esta mañana: también son ganas de putear, qué es eso de "floresiensis". ¿Es que la mujer de alguno de los científicos se llamaba Flora o qué? Hay que ser cursi, qué te descubran para esto.... - Mi vecina ha dicho: ¿el cráneo del tamaño de un pomelo? Qué monada - Su marido ha dicho: bueno, esta claro que no se impusieron como especie dadas sus escasas dotes para jugar al baloncesto. Apenas tenían tiro de fuera y seguro que siempre quedaban eliminados en la fase previa . Aunque en fútbol.... - La comunidad científica aún trata de descifrar el sospechoso parecido físico entre los individuos de esta especie y algunos individuos del actual homo sapiens, especialmente con algunos políticos y sí, también con algunos de los propios científicos. - Ya se han abierto 213.803 páginas webs en EE.UU que defienden el origen alienígena de la nueva especie. Perdón.....213.804 ahora. Seguiremos informando.

miércoles, octubre 27, 2004

Sigobservando

Mal por no esperar y mal por seguir esperando. Posted by Hello Hoy he escuchado esta conversación a una pareja, en el Metro: - ¿Me querrás siempre? - Siempre es mucho tiempo. - No, siempre es ahora.

viernes, octubre 22, 2004


I´m only trying to break your heart Posted by Hello

miércoles, octubre 20, 2004

El amor después del amor (II)

El verano se acababa, no podíamos hacer nada por evitarlo. Ella tenía planes, en algunos entraba yo y en otros no. Yo lo sabía. De alguna manera las posibilidades eran cada vez menores y los agujeros y la oscuridad y los espacios en blanco y el miedo a lo desconocido y las pesadillas estaban ganando terreno. Un día apareció una grúa delante de casa. Se bajó un tío con pinta de mecanico. Yo la miré y ello dijo, mirando para otro lado: - He mandado repararlo, creo que se lo tienen que llevar. Otro día apareció un cartero al que hasta entonces yo no había visto nunca y supe que, por primera vez, las malas noticias para mí eran buenas noticias para ella. No traté de hablarlo, me limité a seguir observando. Cometí varios errores, el primero fue confiar en que las cosas irían bien sin intervenir. Conocía algunas de las trampas, pero caí en todas. La primera discusión empezó siendo sobre cuál era la mejor compañía para viajar por Europa y acabó con ella encerrada en nuestra habitación, llorando, llorando, llorando. Luego las sábanas dejaron de ser cálidas y los susurros, simplemente, se extinguieron. Neil vino a vernos de nuevo y quiso saber qué ocurría. Me miraba con sus ojos de espejo, arqueando las cejas, con las manos en los bolsillos y yo no sabía que contestar y al final le decía: - Chico, puede que ninguno de los caminos de regreso a casa lleven realmente a casa. Se llevaron el coche, ella desapareció dos días, yo me volví loco. Sus cosas seguían en casa. Al tercer día logré hablar por teléfono con Neil desde una cabina. Trató de tranquilizarme. Hablaba en un tono que él nunca usaba. Parecía estar, en parte, arrepentido por algo, pero quería demostrar orgullo. Me habló de heridas y de parejas que se rompen, de daños pequeños y de daños grandes, de relaciones truncadas y de España, por primera vez le oí decir España, con su cerrado acento sureño. Luego habló de aviones y de amigos que dejan de serlo por una chica. De años que pasaban y de perdones que llegaban. Colgué el teléfono, volví a casa, encendí la televisión pero le quité el sonido y puse a todo volumen el Raw Power de Iggy Pop. En la tercera canción comencé a pensar en las enormes manos de Neil y en el pequeño cuerpo de ella. La imaginé sonriendo y la imaginé seria y ninguna de las dos cosas fue mejor que la otra.Me puse de pie, me volví a sentar. Ya era de noche, me faltaba tiempo. A las ocho de la mañana del día siguiente oí el motor de un coche en la puerta de casa. Me vestí como pude y miré por la ventana y luego abrí la puerta. El coche parecía nuevo, ahora. Ella se bajó con cuidado, como si tuviera miedo de romper algo. Llevaba puestas las gafas de sol y tenía reflejos rojos en el pelo. Tenía un aspecto demacrado, no sonreía. Yo tampoco. Pensé, divertido, que la situación en el fondo era cómica, pero no sonreí. Durmió casi durante dos días seguidos. Haciendo cuentas, me dí cuenta de que llevábamos sin mirarnos a los ojos casi una semana. No hice ninguna pregunta. Poco después empezó a llover, las ardillas se subieron definitivamente a los árboles y no volví a ver a aquél cartero nunca más.

Busca y busca y después sigue buscando

Puedes buscar a la vez en google metro y cuchillo y llevarte una buena sorpresa Puedes seguir esperando, seguir esperando Si tienes dudas, pregúntale al vendedor de coches por el afilador Hoy le han preguntado a un escritor que diera una buena razón para casarse. Él ha respondido: "Mire, es mejor soportar a una persona que a muchas". Directo al cielo Ayer estuve cerca de romper, de manera invlountaria, la pantalla de un museo. Sólo buscaba un videoclip de Bjork Cuando no oyes las sirenas es que son para tí Cuando crees que estás subiendo es porque estás bajando En lugar de relojes deberíamos llevar cronómetros Soy incapaz de odiar a ningún seguidor del Barcelona, en el fondo somos los mismo, pero exactamente al revés Dos días distintos no te convierten en una persona distinta, pero dos chicas distintas te reencuentran contigo mismo Voy a tratar de ir al Tanned Tin He comprobado que pensar en aeropuertos no te aleja ni un centímetro del suelo Todo se reduce a un mensaje en el momento exacto, a los nudos dormidos y al filamento de la bombilla En la radio han puesto una canción de los Lemonheads y durante todo el trayecto la única voz que se ha oído en el coche ha sido la de Evan Dando: "éste puede ser todavía un mundo hermoso, éste puede ser todavía un mundo hermoso, aún hay cosas que están lo suficientemente cerca como para que puedas tocarlas con las manos.” En la guantera conservo uno de sus libros. Se titula "Siempre conté hasta diez, pero tu nunca apareciste".

martes, octubre 19, 2004

Insomnio

Insomnio Jorge Luis Borges De fierro, de encorvados tirantes de enorme fierro tiene que ser la noche, para que no la revienten y la desfonden las muchas cosas que mis abarrotados ojos han visto, las duras cosas que insoportablemente la pueblan. Mi cuerpo ha fatigado los niveles, las temperaturas, las luces: en vagones de largo ferrocarril, en un banquete de hombres que se aborrecen, en el filo mellado de los suburbios, en una quinta calurosa de estatuas húmedas, en la noche repleta donde abundan el caballo y el hombre. El universo de esta noche tiene la vastedad del olvido y la precisión de la fiebre. En vano quiero distraerme del cuerpo y del desvelo de un espejo incesante que lo prodiga y que lo acecha y de la casa que repite sus patios y del mundo que sigue hasta un despedazado arrabal de callejones donde el viento se cansa y de barro torpe. En vano espero las desintegraciones y los símbolos que preceden al sueño. Sigue la historia universal: los rumbos minuciosos de la muerte en las caries dentales, la circulación de mi sangre y de los planetas. (He odiado el agua crapulosa de un charco, he aborrecido en el atardecer el canto del pájaro.) Las fatigadas leguas incesantes del suburbio del Sur, leguas de pampa basurera y obscena, leguas de execración, no se quieren ir del recuerdo. Lotes anegadizos, ranchos en montón como perros, charcos deplata fétida: soy el aborrecible centinela de esas colocaciones inmóviles. Alambre, terraplenes, papeles muertos, sobras de Buenos Aires. Creo esta noche en la terrible inmortalidad: ningún hombre ha muerto en el tiempo, ninguna mujer, ningún muerto, porque esta inevitable realidad de fierro y de barro tiene que atravesar la indiferencia de cuantos estén dormidos o muertos -aunque se oculten en la corrupción y en los siglos- y condenarlos a vigilia espantosa. Toscas nubes color borra de vino infamarán el cielo; amanecerá en mis párpados apretados.

lunes, octubre 18, 2004

Lady Day

no, Billie, tu no pares de cantar (tu que estás en el cielo) Posted by Hello

domingo, octubre 17, 2004

NO, AHORA PIERDETE TU

"Con suma tristeza, el camaleón se dio cuenta de que, para reflejar su verdadero color, tenía que suspenderse en el vacío" (A. Jodorowsky) Gracias, Liz. Christina Rosenvinge tocará en Salamanca el próximo martes 26. Podré verla de nuevo, susurros, frío, susurros y "¿dónde están todos los chicos"?. Hace unos meses fuí a verla a Valladolid y hablé con ella después del concierto. Pensé en los susurros pero ya para entonces se habían encendido las luces y hacía más calor. Me pareció aún más mínima que encima del escenario. Me pareció una gran versión de P. J. Harvey, en más guapa, claro. Por allí había un tio muy pesado que no dejaba de hablarle de su marido. Me firmó Frozen Pool y me dibujó un corazón en la portada. Con su frágil voz me agradeció que hubiera ido a verla. Increible. Qué nervioso me puse. Salí de la sala como quien va a rematar un córner. What a wonderful world! Mañana seré baja en el partido de basket del equipo de Madrid. Me quedo con las ganas de jugar, si estuviera más cerca me acercaría...pero seguro que se apañan bien sin mí. Ayer ví el nuevo video de Eminem, en el que ridiculiza a M Jackson. Se burla de él a lo largo de todo el video y al final le rodea de niños en una cama. Respeto a este tío por dos razones. Una se llama "Stan" y otra "Lose Yourself". Pero ya con eso me vale. Qué facil es meterse con Jacko. Lo original, Mr. Shady, habría sido defenderle. Alguien debería decirle al blanquito éste que cuando él no había nacido el rey del pop ya vendía miles de millones de discos y que gracias al defenestrado cantante la MTV y los videos musicales que tan bien sabe usar el de Detroit existen como uno de los principales negocios de la industria musical durante los últimos 20 años. Y unas cuantas cositas más, todas muy básicas. A lo mejor se las han dicho pero no las ha querido escuchar. Me daba igual que se metiera con la Spears o con Aguilera, al fin y al cabo Eminem no come en mecados tan diferentes a ellas. Pero insultar a Michael Jackson así porque sí lo define como un ignorante supino. En fin. He dicho.

jueves, octubre 14, 2004

No importa el problema, importa la solución

Jota me llama. Llamar le sale gratis, su hermana trabaja en una compañía telefónica y en un móvil tiene tarifa plana y gratis. Jota tiene ganas de discutir sobre algo, lo noto. Primero me pregunta cómo estoy y casi sin darme tiempo a responderle me dice que el está bien, que está muy bien, aunque un tanto "raro". Luego no sé como ocurre todo pero acabamos, efectvamente, discutiendo. Él dice que Bob Dylan está sobrevalorado en comparación con, por ejemplo, "Tim Buckey, Neil Young, o el mismo Nick Drake". Hemos discutido mil millones de veces sobre temas como este. La última vez se empeñó en defender que el mejor disco de los Beatles es "A Hard Day's Night" cuando sabe que yo soy un defensor acérrimo de "Revolver". Casi, casi pico, me doy cuenta después de decirle que ninguno de los tres que me ha dicho cuenta en su discografía con una trilogía como "The Times They Are A-Changin' ", "Another Side of Bob Dylan" y "Bringing It All Back Home" publicados en apenas dos años, entre el 64 y el 65, y un año después publicar "Blonde On Blonde", posiblemente uno de los cinco mejores discos de la historia. Y que conste que a Young lo considero un fuera de serie absoluto. Él se indigna, bueno, hace que se indigna, claro, y me ataca con las réplicas clásicas: 1) "cuando se vendió al cristianismo y todo aquel rollo perdió toda la rabia y dejo de escribir grandes canciones", 2) "cuando metió guitarras electricas y renunció a ser el clásico folk man perdió toda su credibilidad". No me lo puedo creer, casi me suleta otra vez aquello de cuando le llamaron "Judas" en un concierto y se montó la gorda... 3) "hoy en dia Young le da cien mil vueltas en estudio y, por supuesto, en directo, y Buckley y Drake, si estuvieran vivos...seguro que también" Paso de piques, sólo -no puedo evitarlo- le digo que si opina eso es porque aún no ha escuchado lo bastante a Dylan y me quedo tan ancho, la verdad es que no me apetece nada seguir discutiendo. Además recuerdo que el otro día me dijo: "cuando no le dieron el premio Nobel de literatura después de estar entre los favoritos, pensé que dentro de muchos años discutiremos sobre por qué no le han dado el Dylan a fulano". Hay un silencio al otro lado. Espero. Pasa un angel. Yo sé que no ha llamado para discutir sobre música. Me lo suelta de sopetón: "Sabes, mi hermana se cambia de trabajo en una semana" . Eso significa varias cosas, pero la primera es que estas conversaciones se han terminado. Lo dice muy serio y le digo que ahora tendrá que acercarse más a Madrid o a Salamanca y atreverse a discutir conmigo a la cara. Se ríe: "Sí, tengo que ir a verte más a menudo, tienes razón. Oye por cierto, ¿cuando es el próximo bolo de Dylan en España?"

jueves, octubre 07, 2004


el viento nos rozará la cara y sí, seremos felices Posted by Hello

miércoles, octubre 06, 2004

el amor después del amor

Tal y como yo lo recuerdo, casi todo estaba por decidir. Los días pasaban rápidos como disparos. Vivíamos en una casa baja, acorralada por el bosque, vertida en mitad de la vegetación. Teníamos una canasta en el porche de la entrada y un coche sin combustible en el camino de acceso. Sólo salíamos cuando se hacía de noche. A veces Neil venía a vernos y nos traía comida y nos contaba historias de gente a la que no conocíamos y luego nos pedía que decidiéramos qué hacer de una vez y nos miraba como si en el fondo no le apeteciera volver a vernos. Nosotros no teníamos prisa, ya sabíamos que una pareja podía romperse de mil maneras distintas fuera de aquella casa, que hacerse daño era fácil y que todo el mundo daba por hecho cosas horribles como seguir esperando o ver llover en soledad o ver los días pasar desde el banco de un parque. Ella solía decír: - No me dijiste que no echaríamos nada de menos. Apenas contabamos con el resto del mundo, apenas teníamos espejos. Habíamos retirado todas las trampas de los pasillos que iban a dar al dormitorio. Nos dolían las mismas partes del corazón. Contábamos los espacios que nos separaban de la infelicidad y sólo hablabamos en presente. No parabamos de hacernos fotos. Las suyas eran mucho mejores que las mías. Mis libros se convirtieron en sus diarios, guardabamos la mala suerte en el trastero con un candado de siete llaves y a veces nos dábamos cuenta de lo cerca que estabamos de olvidarnos de quienes eramos.
Ella solía despertarse antes que yo. Oía caer, lejano, el agua de la ducha, aún medio dormido, y entonces primero percibía el olor de su cuerpo haciéndose un sitio en la toalla, colándose por las rendijas de la puerta del baño. Después las puntas de sus cabellos me hacían cosquillas en la nariz, eso le gustaba a ella, hasta que lograba hacerme estornudar. Luego para consolarme me buscaba con su boca de fresa y yo la alejaba de mí con la almohada tratando de hacerme un poco más el dormido. Al final lo lograba, besarme en el cuello, después de hacerme cosquillas. Decía:
- Estás mejor despierto, nunca se sabe lo que hay detrás de unos párpados cerrados.
Se ponía encima una de mis enormes camisas, me miraba y luego caminaba hasta la cocina moviendo sus caderas, fugaces, y sus largas piernas como si estuviera desfilando sobre el filo del mundo. Me preparaba un gran desayuno, me leía el periódico de hacía tres días, no paraba de girar sobre sí misma.
A veces me gustaba pensar que lo estabamos haciendo todo maravillosamente mal.

martes, octubre 05, 2004

enumero

estoy en casa. me voy de pinchos.quizá salga a dar una vuelta esta noche.tengo ganas de ver "Roma". voy a tratar de unir los pedacitos rotos, no puede ser tan complicado voy a dejar de pensar en esa llamada que no, que no llega prometo no dejar de pensar en azul, a pesar del rojo tentador seguiré leyendo a Leonard Cohen ordenaré mis discos de bandas sonoras me pondré las deportivas nuevas e intentaré recuperarar mi tiro de media distancia otra vez veré Casablanca y me compadeceré de Rick enviaré un e-mail a Jamie por ahora eso será todo

lunes, octubre 04, 2004

Las canciones, tampoco

Asomado, decidiendo quién, en qué momento, para qué y por qué. En la sección de música de unos grandes almacenes, echándole un ojo a las estanterías, repletas de discos. Pensando en casi nada. Me molestan esos precios. Comprar música en unos grandes almacenes es un atentado cultural, es echar tierra sobre tiendas las tiendas pequeñas que te piden un disco a la casa, que te reservan el último de los Jayhawks, tiendas en las que las paredes están cubiertas de carteles de conciertos y donde siempre se oye un disco antiguo de los Rolling, por ejemplo, tiendas como Radyre. Lo peor del mall son esos precios sin posible contestación, he encontrado toda la discografía de Bowie a 6€, cada cd!! Una ofensa. Hace un año estaba descatalogada y ahora la venden a precio de bolsa de pipas, y sin buscar demasiado he visto discos de Alpha, Migala, Los Planetas o Josh Rouse. No, no se conforman con vender a 20 euros discos de Bisbal, Chenoa o el Disco Bomba, sino que además te ponen enfrente de éstos el Transformer de Lou Reed a 1.000 pesetas. Y acabas picando. Ups! Afortuandamente aún no he visto a la venta en ningún Carrefour nada de Chet Baker o de Nick Drake. O tiempo al tiempo... Ocurre lo mismo con los libros. Te encuentras en mitad de un pasillo una torre con libros "de saldo", entre las estanterías con papel higiénico y las de lejía, todos apelotonados y en desorden, montados unos sobre otros sin orden ni concierto, las Rimas de Béquer, los Episodios nacionales de Galdós o Hamlet, o El árbol de la ciencia. No valen más que 3, 4 euros. Caminas un poco más y te encuentras con la sección de vino y jamones, en una especie de pórtico de madera con cierto toque añejo, como si entraras en una vieja bodega o en una biblioteca. Para no entender nada. Al final me he traído para casa "The impossible Thrill" de Alpha y "Hard Rain" de Dylan. Ahora está sonando éste último. Bob arranca un gemido de su armónica y susurra: "Nunca sabrás el dolor que me hiciste sufrir ni el sufrimiento que estoy superando, y yo nunca sabré lo mismo de tí" Disfrutando de la vida lenta.