miércoles, agosto 31, 2005

sinmasconmenos

"no habían visto antes el mar, y se les antojó más triste que en la tele" J. S. claro que cuando estábamos junto creía en un mundo mejor para los dos, pero es que eso formaba parte del encantamiento. Creía en ello como el niño que cree en los reyes magos, con la certeza inquebrantable y la ilusión intacta pero siempre llega el día en el que la realidad irrumpe con ese estruendo afilado, esa injusta e inerte apisonadora tengo poco que decir, salvo que me tienes abandonado. menos mal que me conozco, como diría el poeta de los últimos días. La reincidencia es una de mis peores virtudes. y a veces sueño que sales a pintar por mí, sueño que sales a pintar las calles por mí

domingo, agosto 28, 2005

no creo que lo de bunbury sea definitivo. me lo dijo Fernando, el chico de prácticas, en el trabajo: "parece ser que está arruinado después de la gira del Freak Show y ha tenido que disolver el Huracán Ambulante". Y luego Mateo me ha enviado un mail con la nota de prensa que ha dejado colgada en la página web. pero seguro que vuelve, entre Radical Sonora y Pequeño también estuvo a punto de mandarlo todo al garete y ahí está. Y seguro que verse tan abajo, egoistamente, resulta mejor, de la crisis es de donde nacen las mejores obras. Y ese lema tan rockero: "too late to stop now..."
y me dices hazme caso y me hablas de las escaleras, de que mienten y me hablas de primaveras que duran un segundo de manos que gritan, y me prometes un regalo, una sorpresa y me das la vuelta, como a un calcetín y te dejas caer por mi casa, como si tal cosa y no te pareces a nadie y tienes miedo de que te tenga miedo y yo te creo casi creo que te creo

miércoles, agosto 24, 2005

es curioso cómo todo vuelve a su lugar cuando, como en este caso, las vacaciones terminan y ya estás otra vez a lomos de la jornada laboral, con sus reverencias allá, sus leves disfrutes allá, sus cositas varias me llegan justas protestas por escrito de ausencias en mi anterior post, y debo decir que también olvidé al estupendo Sr. Wonka, ya que nos ponemos estoy leyendo "Intimidad", de Kureishi, el autor de El Buda de los suburbios y de momento estoy enganchado. enganchado significa ahora que leo por las mañanas todo lo que puedo hasta que llegan las 11.50, más o menos, y por la noche hasta las dos de la mañana. este verano me lhe leido: "Territorio Comanche", de quien todo el mundo sabe, "Un año pésimo", de John Fante, "Todos los nombres", de José Saramago, y "No somos nadie", de Pablo Motos, y he aprovechado para releer "Historias de cronopios y de famas", de J. C. Las críticas literarias, reseñas y demás bla-bla-bla, para otro día de mayor inspiración...

domingo, agosto 21, 2005

enelforo

claro que no lo sé, que no tengo ni la más remota idea de cómo escribir acerca de estos últimos tres días en Madrid, de cómo (d)escribir que tengo ganas de gritar que me siento extremadamente feliz. y es cierto que eso es poco literario, que así es difícil ser "sublime sin interrupción", pero que me perdonen todos los poetas franceses y sus flores porque a veces simplemente ocurre, que lo bueno es darse cuenta, quizá. Podría empezar por el final, por una carcajada ascendiendo rauda al techo del Tony Roma´s, persistente en su extravagancia, allí arriba, tan hermosa, presisidiendo la penúltima cena de dos locos que se atrincheran en la línea enemiga sin apenas percatarse. Y podría terminar por el principio, hombre que camina por Alberto Aguilera con una maleta a cuestas, calor, mensajes multimedia a través del teléfono móvil y la habitual ausencia de planes. Y de esa forma evitaría torpemente la charlas con Julio y con Dani, el gran y sincero abrazo de Rafa y su puesta al día informativa de la redacción de Marca. y tampoco sería justo por la Gran Vía y la Casa del Libro y Laura y Sergio y los correos de Neva y todo el resto de escenarios: el Ocho y Medio, sin ir más lejos, Cortázar, avanzando un poco, Juan Gris y la ahora clara incompatibilidad entre el cubismo y yo y claro, la peluquería y las mechas quizá la vida se vive, no se escribe, si la vida la escribiésemos se llamaría literatura y entonces qué serían las faltas de ortografía pero me estoy desviando y no es mi intención, pero sigo sin tener ni idea de cómo empezar ni de cómo terminar así que por hoy basta y besos para todos

martes, agosto 16, 2005

deballenasyhombres

"Las aguas que le rodeaban se iban hinchando en amplios círculos; luego se levantaron raudas, como si se deslizaran de una montaña de hielo sumergida que emergiera rápidamente a la superficie. Se intuía un rumor sordo, un zumbido subterráneo...Todos contuvieron el aliento al surgir oblicuamente de las aguas una mole enorme, que llevaba encima cabos enmarañados, arpones y lanzas. Se elevó un instante en la atmósfera irisada, como envuelta en una grasa de finísima textura, y volvió a sumergirse en el océano. Las aguas, lanzadas a treinta pies de altura, fulgieron como enjambres de surtidores, para caer luego en una vorágine que circuía el cuerpo marmóreo de la ballena" Herman Melville, Moby Dick

lunes, agosto 15, 2005

amorhastamañana

-Leí ayer en El Mundo que Bono decía en una entrevista: "The Edge toca así la guitarra porque viene del futuro". Cuando el entrevistador le preguntaba al cantante cómo es el futuro, Bono respondía que "en el futuro todos los días son tu cumpleaños". -Eso esta bien, quiero decir ser periodista y hablar a la cara con gente como U2, por ejemplo. Son las 11 de la noche, la playa parece un oso que duerme junto al mar. Escucho esta conversación a mis espaldas, con una cerveza en la mano. Las gaviotas han dejado de llamarse a gritos, el puerto huele a pesca y a cebo y al sudor de los marineros y está lleno de manos ajadas y de nudos y de barquitos pequeños y trémulos que buscan amarre. Como si todo fuera simple. -Tenemos que irnos este verano. -Tenemos que irnos mañana. Voces púdicas, tímidas. La noche es otra vez un puñado de estrellas. Pruebo a dejar el botellín en el quicio de una ventana. Silbo para decirle al tiempo que adelante, que pase, para darme cuenta de que ahora no tengo ninguna prisa, condenado a no cambiar, echándote de menos en las noches de anestesia emocional, en las noches como ésta, de verano acerado e inevitable.

jueves, agosto 11, 2005

estoy en Las Palmas, el cielo es casi tan azul como el mar, he alquilado un coche para recorrer la isla y ya casi pienso en la vuelta, en Santandertodo lo demás es arena, postales, embarcaciones, puerto, turistas, taxis, sardinas, propinas, habitaciones de hotel

lunes, agosto 08, 2005

Primero hay que ponerse en situación: son las 12.00 de la mañana y estoy desayunando en un bar frente al hotel, en Ponferrada. Ayer fue la boda de mi primo Álvaro. A las 12 había que abandonar la habitación, pero lo cierto es que yo llegué a las 11.00 de la mañana y solo me ha dado tiempo a deshacerme del traje y la corbata, darme una ducha, ponerme ropa limpia y hacer la maleta. Es decir, que no he dormido. Como el hall del hotel está lleno de familiares con muchas preguntas sobre anoche me he escabullido como he podido, me he colado en el bar de enfrente y estoy ante un café con leche y un par de donuts. Me pesan los párpados. En el momento en el que dirigo la taza a mis labios, mis ojos ven entrar en el bar a un hombre de unos 50 años, gafas, pelo corto. Me suena. Estaba ayer en la boda. Lo reconozco. Es el socio de empresa mi tío, el padre de Álvaro. Se dirige hacia mi y me espeta: -¿dónde está mi hija? Y en ese momento toda la noche anterior pasa por delante de mis ojos y me acuerdo de casi todo. Y siento un leve escalofrío en la espalda. Antes de responder trato de diagnosticar el tono de la pregunta, que oscila entre el reproche, la preocupación, la amabilidad, el tono de los buenos días convencionales y la intriga sincera. No sé con qué quedarme y noto que mi cerebro va en busca de la respuesta más apropiada, que no debería ser la más sincera. Lo cierto es, pienso en décimas de segundo, que cualquiera pudo vernos marchar antes de tiempo juntos. También puede ser que alguien le haya dicho algo y tenga información privilegiada, lo que complica mi situación. O quizá en recepción le han dicho que una pareja llegó hace un rato al hotel vestida como si llegara de una boda. Pero él solo pudo ver que quedamos Sergio, Juanma, Ángel, ella y yo, pienso. Estoy a punto de decir: -"yo la dejé anoche en su habitación" pero a tiempo me doy cuenta de que esa respuesta no es la deseable Estoy a punto de decir: -"su hija tiene los ojos verdes más inmensos que he visto en mi vida, y su melena es una cascada de sílabas rotas, y cuando se ríe puedo oir cómo crujen las vértebras de todos los hombres de la sala, que no quieren perder detalle de ese regalo, y anoche casi le juro amor eterno, señor" pero tampoco es la respuesta correcta y creo que al final digo: -"creo que está durmiendo". Y él asiente y acabamos desayunando juntos, yo aún recuperándome del susto y el padre de ella hablando de lo bien que ha salido todo y de que el viaje a Valladolid va a ser cómodo porque a estas horas casi no hay tráfico y mira qué buen día hace y qué tal son aquí los churros y yo pensando qué poco ha faltado, qué poco

viernes, agosto 05, 2005

la idea había sido tuya; conducir hasta llegar al mar y, una vez allí, alquilar una casa en la línea de playa y pasar unos días. Acepté porque me lo pediste de la manera en la que no podía negarme, entornando los ojos así y con un abrazo tímido de aquellos que tu sabías dar tan bien. Te había conocido poco tiempo antes y entonces eras todavía como una llaga abierta, apenas sí podía tocarte, apenas lograba entrecruzar mi mano con la tuya cuando paseábamos. Prefeccioné el lenguaje de los gestos contigo, las insinuaciones a actos y pensamientos, el sutil arte de los escritos en papeles que procuraba dejar a la vista. De alguna manera funcionó. Avanzamos rápido y seguro, eso creo, aunque tu siempre lo negaras. Solo tardamos dos días en llegar a la costa. En el camino paramos a dormir en un motel de carretera en el que nade hablaba nuestro idioma. Por la mañana continuamos el trayecto, nos turnamos para conducir y para dormir. Y llegamos a la ciudad elegida de madrugada, calles desiertas que hacían presagiar un muelle rebosante de pescadores preparados para echarse al mar. Será fácil negociar el alquiler de una casa, dijiste convencida. Y acertaste, porque al poco ya teníamos las llaves en la mano. Estuvimos allí más tiempo del previsto, hasta casi el final del verano. Dormíamos todo el día y vivíamos por la noche. Intimamos con las gaviotas, que en contra de lo pensado viven más por la noche. Era entonces cuando llegaban tus paseos por la orilla del mar, el mar que viene del mar, como te gustaba decir, la baba de Dios. Posted by Picasa
he vivido muchos años en la última semana. lo noto, mis manos palpan el paso del tiempo, lo noto, en las pequeñas arrugas que se han formado en la esquina de mis párpados, en las esquinas de la boca, donde ha de estar la papada. mejor que todo se termine para que todo empiece otra vez, piensas, todo lo que te hace tanto bien también te hace mal, solo que no lo puedes ver, por ahora, piensas, y no sabes si detenerte o llover, no lo sabes, tu tampoco