sábado, septiembre 30, 2006

bluesalone

los del Club Vips se preocupan por mí, me envían cartas con fotos preciosas, de parejas sonriendo, de parejas sorbiendo por la misma pajita, de parejas comiendo tarta de chocolate, de parejas mirándose a los ojos: "invita a cenar a quién quieras" y entonces lo pienso, no hay ninguna chica a la que invitar a cenar o a un concierto y después a cenar, ni siquiera al cine o al teatro o a la piscina, por la mañana, o al parque, por la tarde, algunas se han ido o siempre han estado lejos otras no, pero no me convienen otras están pero se han marchado, lo que es equivalente tienen novios, esposos, hasta alguna hijos compromisos o mejores cosas que hacer tengo poco que vender últimamente y lo disimulo mal (ellas lo notan, yo lo noto) apenas una conversación tranquila un abrazo sincero más de dos metros de ternura y ocasionales punzadas de tristeza aquí, justo debajo del esternón estás solo, repite conmigo, estás solo

martes, septiembre 26, 2006

Cibeles terminó hace cuatro días, aunque por todo lo que ha dado que hablar, parece que ha durado un mes. Este año tocó discusión sobre las tallas de las modelos (bostezo), pero hubo algo que rompió la norma; la prohibición de desfilar a las modelos con un índice de masa corporal (IMC) que no alcanzara el 18%. El IMC, que se calcula dividiendo el peso entre la altura al cuadrado, considerado 'normal', oscila entre el 20 y el 25. La medida me parece acertada porque resguarda la salud de las trabajadoras, como debería resguardar la de sus trabajadores cualquier empresa.
Sin embargo, la ocasión ha servido de nuevo para poner en marcha el habitual linchamiento al 'mundillo' de diseñadores, firmas de ropa, creadores de tendencias y las propias modelos. Se insiste en que ellos son los culpables del creciente incremento de los casos de anorexia y bulimia entre las, y cada vez más, los, adolescentes. Y no paso por ahí. La moda, como tal, es, simple y llanamente, ficción. Y como tal se despliega. Lacan ya habló del deseo como motor de la actividad humana. Deseas lo que no tienes. La delgadez, esa delgadez de andares espamódicos que asombra y rebela a tantos es inalcanzable para el común de los mortales. Como lo son el resto de abundantes y más o menos elaboradas ficciones de occidente: el cine, la música, la literatura, el deporte de alta competición.
El mal no está en su recreación de un mundo atractivo e inalcazable, trufado de (supuestos) atractivos, sino en la confusión entre esa ficción y la realidad. Responsabilizar a la moda de la anorexia es tan burdo, inexplicable y ridículo como lo sería culpar a Steven Spielberg del general convencimiento de que los extraterrestres son seres amables que nos visitan, quieren a los niños y a los que les gusta llamar por teléfono. El problema de la anorexia es un problema que el único lazo que tiene con la industria de la moda es el de la imitación. Pedirle a esa industria que mitigue su efecto de espejo es, además de injusto, inútil.

viernes, septiembre 22, 2006

Las cosas marchan. bien, quiero decir Me han hecho falta las dos semanas que muy acertadamente diagnosticó Neva para sentirme como en casa, o casi, y un par de páginas dobles para ganarme cierto respeto entre los compañeros de sección. Soy el último en llegar y acepto los peajes: bastantes teletipos, bastantes idas y venidas a ruedas de prensa. a cambio también he abierto la sección un par de veces. tengo mi espacio, mi ordenador, mi cajonera desde el primer día, cosas irrelevantes y relevantes a la vez. Todo el mundo me llama ya por mi nombre. Mi redactora jefe me pone las cosas fáciles, Isabel, de suplementos, se sienta delante de mí y me dice “tú, cualquier cosa que no sepas, vete preguntando, que esto es una locura y si no...”. En general tenemos buen rollo en la redacción. Gente joven por todas partes, bulliciosa, amable, con ganas de trabajar. Somos muy locales para mi costumbre, casi no hay sección internacional propiamente dicha y de nacional entran pocas cosas. En cultura bastante bien. Los editoriales y las columnas de opinión son...mejorables, pero ganamos de largo al resto de prensa local en maquetación, frescura y suplementos. Y creo que en deportes también, una sección donde nos viene de maravilla que todo el periódico, todo, sea a color y donde a veces hacemos auténticas diabluras con las maquetas. Hay una serie de efectos que nos preparan los señores de producción que están pero que muy bien, silueteados, fotos a cinco muy especiales, de todo un poco Descanso pocos días, bastantes menos que antes, pero a cambio por las mañanas hasta las 13.00 no piso la redacción, y a veces ni necesio ir hasta por la tarde. los domingos, hasta arriba, como es habitual, y el resto de semana, según
Tema del día, obvio: 'Changes', de David Bowie

miércoles, septiembre 20, 2006

"La soledad también puede ser una llama"

viernes, septiembre 15, 2006

a veces, en los bares, por la noche miras a las chicas que están quietas y sus ojos son negros y parece que están muertas como ojos de muñecas luego se acercan y tú sigues pensando que no están vivas entonces, por sorpresa, te muerden y sus ojos se vuelven blancos

lunes, septiembre 11, 2006

Todo se resumía en tí bailando. En la habitación roja. Cuando intentamos recordar, ya no es posible. Volvemos a un paisaje donde una vez fuimos felices. Volvemos para recordar y ahí está todo, distinto pero igual. Volvemos a las fotografías que nunca dirán ya la verdad. Allí está todo: tú bailas y la escarcha, tú bailas y es viernes, es filo, es labios, es bocanada y ventanal y deseo. Todo está allí, menos nosotros. Buscamos el momento, no el paisaje. Buscamos lo que fuimos, y no acude a la cita. El amante deja de amar, pero nunca deja de amar el momento en el que amó: ese momento que no existe. Me urge encontrate en cartas, atardeceres, gestos, ropa, palabras. Imposible. Revuelvo nervioso el equipaje a pie de vagón, incrédulo. No se extravió en ninguno parte, no me lo robaron. El tiempo en el que te amé me olvidó Todo es irrecuperable Tiemblo de amor y de frío, tú siges bailando, suspendida en ese breve espacio, impermeable, eterna. En la habitación roja.

jueves, septiembre 07, 2006

Me voy. Es definitivo. Cambio de trabajo y de ciudad. Escuché la oferta de otro periódico. Lo medité, estuve en la entrevista, ellos dieron el sí y yo, yo también. Me he vendido al mejor postor pero no tenía mucha elección. Ya he hecho la costosa mudanza. Ya me he despedido de tantos y tantos, poco a poco, por orden de cercanía y prioridad. Mi casa se quedó vacía y el portazo sonó a quién dijo miedo. Anoche celebramos la cena de trabajo y los compañeros me hicieron regalos y es cierto que tenía un discursito ensayado pero también que se me atragantó en la garganta. Hasta de un modo simbólico también he dicho adiós la la ciudad. Me he acordado de todo lo que he vivido aquí, de que he sido muy feliz en esta pequeña ciudad. Tengo muchas maletas, la fianza del piso, el teléfono lleno de nombres nuevos, la ilusión del cambio de aires. Nueva etapa. También el vértigo y la nostalgia anticipada, los hasta prontos y los mucha suerte y los a ver si te pasas por aquí de vez en cuando. El año y medio vivido en esta ciudad echa el telón. Mañana mismo comienzo: nuevos compañeros, nuevos jefes también. Di confianza, di autocontrol, di no tengo estrés, di todo-va-a-salir-bien. No, los diasconta2 no se van, claro. Quizá se actualicen menos de lo habitual estos primeros días, pero nada más.

miércoles, septiembre 06, 2006

quesabenadie

sábado, septiembre 02, 2006

una llamada a tiempo, volver a ver a un amigo que se marchó hace tiempo, un sms un e-mail, salir a comprar libros, ese cd que tienes que grabar para devolverlo, sacar a León mientras lo escucho, llamar a mis abuelos y charlar largo, largo, una visita, un abrazo, un beso inesperado, una coincidencia, mis primos pequeños que apenas saben hablar, los compañeros de trabajo dándote una sorpresa, jugar al baloncesto, ver baloncesto, pasear por la ciudad, echarnos de menos, alquilar un dvd y hacer palomitas en el microondas, algunos perfumes, ir al teatro, comprar camisetas, esa película, ir al cine al aire libre, nadar, dos, tres postales concretas, mi hermana, una mirada, un guiño, intercambiarnos la ropa, ver los Simpsons, hacernos fotografías, jugar a los bolos, recibir cartas, escuchar la radio hasta las cinco de la mañana, ordenar las estanterías, echar un trivial o un ajedrez, tomar café, saber que tengo un par de días por delante para mí, preparar un viaje a algún lugar de Europa, ir al gimnasio, una cerveza, dos cervezas, te echado de menos, a ver si vuelves pronto, cuídate mucho, cada vez estás mejor y más guapo chaval, nunca pensé que nos haríamos tan buenos amigos, lo nuestro son las coincidencias, y ella y tú y yo, ya sabes, ya sabeis, todo eso