lunes, junio 15, 2009

El héroe nunca lleva la bandera

La anécdota la contó uno de los acompañantes de Bob Dylan sobre los escenarios en los años setenta. Tras un concierto, se acercó y le preguntó por qué no tocaban alguna vez los temas como eran de verdad. Dylan le contestó que él no sabía cómo eran las canciones “de verdad”. “Como están en los discos”, le replicó el otro. “No, así es como están en los discos”, respondió Dylan. Es la cita que enarbolan los dylanistas cuando alguien cuestiona las interpretaciones de su ídolo en directo. Dylan acostumbra a retorcer sus canciones hasta la deformidad, hasta el desmayo. Obligado a cantar sus temas acorde a acorde, calcadas noche tras noche, se sentiría más perdido que Luis Aragonés en el programa de Ana Rosa. Quería poner el ejemplo de Dylan porque el Festival de las Artes ya nos brindó a un cantautor en directo. Un cantautor que improvisa. A Aaron Thomas. Los que pensaban que la vanguardia que vertebra esta cita anual no encaja con un tipo como el australiano se han llevado otro desplante. Fue en el sótano del Café Corrillo. Y Thomas, de tapado, cuando todo el mundo miraba a otra parte, se marcó un gran concierto. Infiel a su disco más reciente, Follow the Elephants, subido al balanceo de una voz corriente pero creíble, armado con apenas una guitarra, puso a la sala patas arriba. Cuando llegué, a la misma hora prevista del concierto, estaba sentado en una mesa próxima. De repente se levantó, junto a sus acompañantes, subió al escenario y comenzó a tocar. Ésa era su banda. Tocó lo que quiso y como quiso, y al final del concierto contra todo pronóstico, demostró que aún se pueden vender discos físicos si sobre las tablas se ha defendido un tipo honesto y con talento.
Los héroes nunca llevan la bandera; el Festival es una piñata llena de calles cortadas, caminos a ninguna parte y callejones oscuros. También de promesas cumplidas, hallazgos en voz baja y encuentros inesperados. De eso se trata, por supuesto. No de ir a todo, sino de buscar y de encontrar un poco. Cualquiera se queja de tener mala memoria, pero nadie reconoce no tener criterio, así que con una programación tan amplia hay que hacer un esfuerzo informativo y desearse buena suerte.

2 comentarios:

LA CAÑA DE ESPAÑA dijo...

La otra noche bromeaba con un amigo:
-"Ya no estamos en crisis, lo han dicho por la tele" -dije.
Como si por el simple hecho de que lo digan en un telediario lo hiciera más real que si yo lo hubiera visto con mis propios ojos.
Si la tele fuera cierto nada sería real, puesto que cada palabra contradice a la anterior.
De un modo similar pienso respecto a la música. Antes un grupo era bueno por sus directos y los discos era una forma de entretenerse entre concierto y concierto. Ahora se mide la calidad de un artista por el número de discos vendidos, y la verdadera música se considera la que haya sido impresa en el vinilo o el cd. Hasta hay algunos que hacen sus conciertos en Playback.

Beauséant dijo...

parece sencillo ¿verdad? eso, el ser honesto con lo que haces, y defenderlo con orgullo y sin chulería.. Lo extraño es que en el panorama español tenemos mucha gente así, pero no salen en los grandes medios y, como dicen en el comentario anterior, dejan de existir...