lunes, octubre 08, 2007



Los relojes se pararon en Lisboa. Querían ser de arena. Y nosotros. Tres días llenos de dulces, bacalao, café Delta, muito obrigado. También hubo fado, cómo no, y fue en al Tasca Do Chico, en el Barrio Alto, y azulejos en las fachadas de todas las casas y chirriantes tranvías. Estuvimos en Belem y recorrimos la Alfama, circulamos a más velocidad de la permitida por el Vasco de Gama y sus 16 kilómetros mientras sonaba en la radio del coche 'Absolute Beginners'. Regresamos, llenos de Lisboa, empapados de tristeza, casi muertos de amor.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Sigues tan guapo como siempre :)
Espero que estés bien y a salvo de esa húmeda tristeza.

Un beso,

Laura

tomatita dijo...

Lisboa siempre es mágica.
Allí conocí a Carlos do Carmo y desde entonces siempre necesito regresar.
Namorados de Lisboa.

Un saludo

Mycroft dijo...

Lisboa es mi capital espiritual.
Menuda fiesta hay en barrio alto.
¿Aprovechaste para ir a la costa, Estoril, etc...?
Yo fui por fallas y tremendo...

manolai dijo...

por fin has visitado Lisboa. ahora eres más tú. Lisboa es insuperable.

Bloc Party, sólo conozco su silent Alarm, que me parece algo "frío", mecánico. ya me contarás qué tal.

muita saudade de Spanha

Anónimo dijo...

¡Hola!
Qué bonita Lisboa. Hace mucho tiempo que estuve allí y siempre deseé volver y regresar a casa así, como tú dices, casi muerta de amor. ¡Precioso!
Un saludo.

Para, creo que voy a vomitar dijo...

Pues yo no conozco lisboa, pero sí eso de "muertos de amor".M e ha encantado el término.

sb dijo...

vaya, otro que viene con historias de Lisboa, le hemos debido de llenar de españoles ;)