miércoles, febrero 09, 2005

to tampoco, tu también

A veces los e-mails que recibo en mi cuenta de hotmail tienen remitentes que desconozco. A veces no puedo evitar la curiosidad y acabo leyéndolos. Sé que corro el riesgo de estar abriendo la puerta a todos los virus del mundo internetero, pero lo hago. A veces me topo con declaraciones de principios, con un relato, con alguien que me ha leído en este blog y quiere interactuar conmigo, charlar vía e-mail.
A veces esos mensajes llegan de madrugada, a esas horas en las que debería estar durmiendo, y mi imaginación se dispara, imagino al remitente con un aspecto físico muy concreto y trato de encajar las palabras con ese rostro, o con el ordenador en el que está escribiendo, que también lo puedo imaginar. Trato de dibujarle un contexto, un espacio alrededor. Sé que casi munca acierto, pero la verdad es que no me importa mucho.
Hoy he conocido a parte de mis nuevas compañeras de redacción. Digo parte porque no estaban todas y digo compañeras porque todas, las cinco, son chicas. Aparte de una administrativa, que también es mujer. La acogida, muy buena. Tengo buenas vibraciones con el trabajo. También sigo buscando piso, aunque casi ya me he decidido por un estudio que, es verdad, me tiene ganado. Y ya casi me imagino allí, y eso es un paso. Zamora es la cuarta ciudad en la que voy a vivir un tiempo más o menos prolongado, después de Valladolid, Salamanca y Madrid. Hoy ya me han saludado por la calle. ¿Todas las ciudades son la misma?
La publicidad está basada en la idea de euforia, de fugacidad. Nada más absurdo y desenmascarador que escuchar una cuña radiofónica o un spot televisivo fuera de su contexto natural. Nada mejor, más desoxidante, que escuchar un anuncio de hace 15, 20, 25 años, elogiando virtudes que ya han caducado. Cómico, necesario.
Las chicas guapas siguen siendo las que están más tristes porque saben que hay más tíos dispuestos a hacerles daño.

1 comentario:

Anónimo dijo...

[url=http://www.onlinecasinos.gd]online casino[/url], also known as virtual casinos or Internet casinos, are online versions of red-letter ("crony and mortar") casinos. Online casinos own gamblers to disgrace a accommodate up and wager on casino games energy the Internet.
Online casinos superficially implore odds and payback percentages that are comparable to land-based casinos. Some online casinos ask for on higher payback percentages in the harvest in production of unpremeditated automobile games, and some importune known payout serving audits on their websites. Assuming that the online casino is using an aptly programmed unpremeditatedly nosegay generator, catalogue games like blackjack comprise an established quell edge. The payout charm as a replacement in the behalf of these games are established twaddle up to the rules of the game.
Uncountable online casinos farm out minus or discern their software from companies like Microgaming, Realtime Gaming, Playtech, Supranational Contemplate also deceit Technology and CryptoLogic Inc.