Escribo mientras escucho "Old Folks", de Miles Davis, encontrado en la banda sonora original de "ROMA"
estaba trasteando por Internet y en un informativo, el director de la DGT hablaba. No le prestaba atención hasta que escuché un leve golpe en el suelo. Era una frase de este señor, que se le había escapado : "el problema de los accidentes de tráfico no es el peligro real que hay cuando alguien circula con su coche, sino la percepción que cada conductor tiene de ese peligro, que varía en cada persona".
Sabia, muy sabia frase, aplicable a "la vida". Mi profesora de sociologúa urbana habría saltado de felicidad. Lo que importa de las cosas no es lo que son, sino cómo la percibimos. Somos esclavos de las percepciones, de las traicioneras, engañosas, poco fiables percepciones. Y filtramos en ellas, como en uno de esos chismes que se usaban para buscar pepitas de oro, lo que encontramos por ahí, y decimos: "no sé por qué, pero hay algo que no me gusta de tu amigo, chico, creo que me he enamorado, me parece que no va a acabar bien, no puedo dejar escapar este trabajo". Y así nos va, de bien o de mal, nuestra educación es una educación de la percepción, de la nuestra y de la de los demás: "no habras la puerta a un extraño, procura llegar a la hora, ahora lo que necesitas es estar un tiempo sin salir con nadie, me gusta la gente sincera, ¿estoy mona?, tiene un Audi 4".
En ese espacio entre la realidad y lo que nosotros entendemos por realidad es donde nacen, se reproducen y mueren los intermediarios; las emociones, sí, por supuesto, el amor y el odio, pero también la cultura, la moda, las canciones, las novelas. Nada de esto hace mejor ni peor el mundo, nada de esto altera la realidad en esencia, pero a nosotros nos parece todo lo contrario. Y eso es lo que nos hace únicos, intransferibles, nuestro propio entendimiento del mundo. Por eso cuando un día te cruzas con alguien a a quien también le gusta Cortázar, hacer fotos en blanco y negro, regalar postales, dar besos en la palma de las manos, The Cure, Henry Miller, lo que sea, saltan chispas. Suelen llamarlo empatía, pero es mucho más que eso. ¿cosmovisión compartida? Y entonces, ¿qué es la política? es la gestión de cosmovisiones, ni más ni menos.
Dos imprescindibles:
"La construcción social de la realidad" , Berger P. y Luckmann T.
"La representación del yo en la vida cotidiana", Goffman, E.
No hay comentarios:
Publicar un comentario