jueves, diciembre 02, 2004

Esta nota es para tí

Tú tenías dos corazones asomándote a los labios y un dolor en las manos, huérfanas, y una ausencia en los abrazos, una ausencia bárbara y procaz, que gritaba, y querías tomar un poco el aire, querías salir a la noche y depertar a las calles dormidas sin apenas besos, querías vestirte de cristal roto, por una vez, esperar a la lluvia observar la ceremonia de la bendita lluvia tú querías que fuera, es cierto, el día siguiente, y una esquinita rota de Atocha y mi voz pedía disculpas y percibí tus lágrimas, supe que entonces eramos frágiles como corazones de insectos, como dos desconocidos y siempre y otra vez y de nuevo y hasta puede que para siempre, Madrid, y ahora te estás acercando, lo noto, y perdóname, Mario, pero la noche es un puñado de estrellas

No hay comentarios: