miércoles, noviembre 24, 2004

no dejes de bailar

no, no tenemos que acertar siempre quizá yo sea un poco de la suerte que le deben dijiste que te enamorarías de cualquiera que no te hiciera daño dame una razón para no ser optimista deberíamos buscar cobijo, creo que empieza a llover ojalá todo fuera tan fácil como cerrar los ojos lo que ocurrió entonces no importa ahora you´re a big girl now me da igual lo que hayas hecho desde entonces mejor olvídala deberías dejar de crecer de una vez por todas me gustaría que pasaramos más tiempo juntos te pediré un batido de chocolate y me contarás lo que te pasa a veces el mundo es un embudo estrecho, otras es una herida absurda hay buenas noticias, pero no todas son para tí si sonríes un poco todo irá mucho mejor creo que se ha marchado para siempre hace tiempo que me dí cuenta de que Cortázar no me iba a salvar todas mis balas llevan tu nombre no vuelvas a tratarte como a un extraño durante años rezé para recibir una de aquellas cartas sin remite que escribías aquella chica tenía unos ojos tan azules no me dí cuenta del dolor hasta que llegué a casa esperaré a que crezcas esperaré a que te rindas próxima estación: Esperanza

martes, noviembre 23, 2004


extraños compañeros de viaje Posted by Hello

la percepción

Escribo mientras escucho "Old Folks", de Miles Davis, encontrado en la banda sonora original de "ROMA" estaba trasteando por Internet y en un informativo, el director de la DGT hablaba. No le prestaba atención hasta que escuché un leve golpe en el suelo. Era una frase de este señor, que se le había escapado : "el problema de los accidentes de tráfico no es el peligro real que hay cuando alguien circula con su coche, sino la percepción que cada conductor tiene de ese peligro, que varía en cada persona".
Sabia, muy sabia frase, aplicable a "la vida". Mi profesora de sociologúa urbana habría saltado de felicidad. Lo que importa de las cosas no es lo que son, sino cómo la percibimos. Somos esclavos de las percepciones, de las traicioneras, engañosas, poco fiables percepciones. Y filtramos en ellas, como en uno de esos chismes que se usaban para buscar pepitas de oro, lo que encontramos por ahí, y decimos: "no sé por qué, pero hay algo que no me gusta de tu amigo, chico, creo que me he enamorado, me parece que no va a acabar bien, no puedo dejar escapar este trabajo". Y así nos va, de bien o de mal, nuestra educación es una educación de la percepción, de la nuestra y de la de los demás: "no habras la puerta a un extraño, procura llegar a la hora, ahora lo que necesitas es estar un tiempo sin salir con nadie, me gusta la gente sincera, ¿estoy mona?, tiene un Audi 4".
En ese espacio entre la realidad y lo que nosotros entendemos por realidad es donde nacen, se reproducen y mueren los intermediarios; las emociones, sí, por supuesto, el amor y el odio, pero también la cultura, la moda, las canciones, las novelas. Nada de esto hace mejor ni peor el mundo, nada de esto altera la realidad en esencia, pero a nosotros nos parece todo lo contrario. Y eso es lo que nos hace únicos, intransferibles, nuestro propio entendimiento del mundo. Por eso cuando un día te cruzas con alguien a a quien también le gusta Cortázar, hacer fotos en blanco y negro, regalar postales, dar besos en la palma de las manos, The Cure, Henry Miller, lo que sea, saltan chispas. Suelen llamarlo empatía, pero es mucho más que eso. ¿cosmovisión compartida? Y entonces, ¿qué es la política? es la gestión de cosmovisiones, ni más ni menos. Dos imprescindibles: "La construcción social de la realidad" , Berger P. y Luckmann T. "La representación del yo en la vida cotidiana", Goffman, E.

sábado, noviembre 20, 2004

El amor después del amor (III)

“Sí, Dios existe... y a veces sueña, y sus pesadillas son nuestras vidas” (Ernesto Sábato) Me fuí. Simplemente dejé de sentirme bien allí. Se lo anuncié con dos días de antelación, ella sólo miró para otro lado y sonrió como quien ya lo sabe absolutamente todo, y por primera vez me dí cuenta de lo pálida que era su piel, de cómo se le veían las venas en las sienes. Me fije una vez más en su pelo, que siempre me había gustado más largo, en sus ojos, miré sus labios rojos. Es curioso como a veces sólo apreciamos las cosas que de verdad nos han gustado cuando estamos a punto de perderlas. De repente me sentí emocionado por la idea del viaje, de irme de allí, miraba la casa como se mira a un cadaver y a mis billetes de tren como la única posibilidad. No tardé demasiado en cicatrizar y el amarillo se fue apoderando de todo. Fernando, de la revista donde había publicado un par de artículos, me había telefoneado para decirme que conocía a alguien en Madrid en una editorial que podría estar interesado en publicarme, "en dar utilidad a tus relatos", como le gustaba decir a él. La idea me parecía descabellada pero era otra excusa perfecta para marcharme. Al mismo tiempo me gustaba imaginarme de nuevo en España. Volví a hablar con Neil, quedamos para comer, hablamos mucho de ella, de cómo se comportaba, de cómo nos conocimos, de cómo sería todo a partir de entonces. Mi vuelo salía al día siguiente, por la mañana, así que fuimos a beber algo a un local donde le conocían y recuerdo que las arrugas de la cara se le arrugaron en un gesto grave cuando me dijo: - "Las mujeres simpre ganan, chico, aunque no quieran, aunque no se den cuenta, incluso aunque te quieran dejar ganar, lo único que podemos hacer nosotros es administrar la derrota lo mejor posible. El amor después del amor no existe, tendrás que acostumbrarte a dejar de mirar a las chicas con esperanza, hombre, ya lo verás, después del amor están los simulacros y la convivencia y todo lo que te promestiste no hacer nunca, sé de lo que hablo". Le dije que no estaba allí con él para lamentar nada. Le regalé mi disco de Iggy Pop, ya no lo iba a necesitar, de recuerdo. Luego conté hasta diez y me fuí.

miércoles, noviembre 17, 2004

Julio Cortázar también vigila nuestros sueños

Canada Dry Sé que me acordaré de un cielo raso donde las manchas de humedad eran un gato, un número, una mano cortada. Sé que me acordaré del ruido de un water en alguna habitación lejana del hotel, su triste catarata de bolsillo, su inevitable recurrencia. Chacun ses madeleines, chacun ses Albertines Serás por siempre imán de imágenes, las más turbias y vanas me traerás con el gesto que en la caliente oscuridad del cuarto era encender los cigarrillos del hartazgo, ver asomar nuestros desnudos cuerpos flanco a flanco, Las más pequeñas turbias cosas, una uña lastimada que te dolía tanto, el triste rito de ir a lavarte y regresar, las servidumbres. Tan sólo compartimos los bares y las calles antes de amarnos contra tres espejos: ¿qué más podría darme tu recuerdo? Pero yo sé guardar y usar lo triste y lo barato en el mismo bolsillo donde llevo esta vida que ilustrará las biografías. Ve, pequeño fantasma, el baño está ahí al lado, yo fumaré esperándote empezaremos otra vez. El cielo raso dibuja un gato, un número, una mano cortada.

martes, noviembre 16, 2004

no surprises

(a veces dejo de escuchar a las sirenas) El hermoso vencido del día es, tachán-tachán : Fernando Pessoa cuando alguien me pregunta cómo nos conocimos, siempre tengo que hablar de un campus de derecho, de una tarde sin clase, del césped, de dos perros y de dos correas que se entrelazan entre ellas, de unos guantes amarillos y de un mes de noviembre y de un chocolate con churros muy caliente una señora acaba de quedarse encerrada en el servicio y está aporrerando la puerta. Se ha puesto nerviosa. Al final han podido abrir. Aquí no hay quien viva. la página del equipo ha cambiado: http://cdhoyense.webcindario.com

"Cómo tener confianza de una mujer que le dice a uno su verdadera edad. Una mujer capaz de decir esto es capaz de decirlo todo." (Óscar Wilde)

lunes, noviembre 08, 2004

Qué tos

Con catarro, anudado a una bufanda de la Disney que alguien me regaló, empastillado de Clamoxil y aspirinas efervescentes, con la voz hecha una carraca y la nariz roja Escribo desde un ciber público que he descubierto, a un par de paradas de metro de mi casa. Gratuito y todo pintado de azul. Se llama mar azul, Mar Madrid Red. Es rápido y me va a salvar los periodos off line en los que necesito con urgencia consultar el correo y trastear por internet, que no son pocos. Hoy hace un día muy soleado en Madrid. Ayer ganamos el partido de basket en casa, de hecho ya tenemos página web del equipo. Está en pañales, eso sí, pero ya tiene las estadísticas de los partidos: http://www.iespana.es/cdhoyense/default.htm

jueves, noviembre 04, 2004


un pedazo de mi mundo azul Posted by Hello

y el error y las certezas y el consumo del tiempo

y después aquellas interminables charlas como el sueño infinito de un monólogo y aquel noviembre negro como otro sueño de muerte, el espacio donde primero me decías cuándo vas a tratar de publicar todo esto y después estás perdiendo el tiempo demasiado rápido, demasiado despacio y a tí es muy fácil quererte, ya sabes poner la cara apropiada para las cosas inapropiadas. Las sombras apenas intuidas y un concierto de aquel grupo que sólo tocaba versiones de los Yardbirds, y luego, un poco más cerca del final tu Cortázar y tu Faulkner y mi Henry Miller y mi Carver, y sobre todo Borges, y el hospital y aquellos días en los que tuviste fiebre y rozaste los cuarenta y te quedaste pálida y estuvo doliéndote la cabeza durante dos semanas más hasta que empezaste a hablar de ir a visitar a tu hermana y fue cobrando forma la idea de cambiar de lugar las fotos del cuarto y las cruces en el mapa y yo me fui convenciendo de que Sergio y de que Laura, y de que Marta y de que Elena. Otra vez los filamentos y sus razones adornadas y el literal flujo de la tristeza en el cuarto, convertida en agua que recorría las tuberías y nos cercaba las risas y se agarraba a la garganta. A tí no te importaban las tazas ni los posos, eras capaz de pasarte todo el día sin despegar la vista de un libro, no hemos venido para eso, decías, no estamos aquí para recuentos, no somos los pronósticos sino las persecuciones y nosotros somos la comida, no debemos confundirnos, y yo asentía y a veces estabamos de acuerdo y lo celebrábamos a mí manera, que era tan diferente de la tuya, tan diferente.

lunes, noviembre 01, 2004


La ambición rubia, más ambiciosa aún Posted by Hello

vote for The Boss?

Alvite abre su columna diciendo que "las mujeres son tan testarudas que tardan cincuenta años en cumplir cuarenta". Luego se le va la olla con el Savoy para arriba y el Savoy para abajo, como de costumbre. Imposible sustraerse a las elecciones yankees, sobre todo a su circo, a su barraca de feria y a su zascandil. Los músicos, los titiriteros de la feria. Vote for change. Springsteen con su camisa de cuadros arremaganda hasta el codo y muy maquillado, lanzando un discurso prodemócrata y después abrazando a Kerry, entonando el Born in the USA como quien alza un puño al cielo. Nunca imaginé al Boss en estas lides tan prosaicas y si alguien me hubiese preguntado, siempre habría imaginado a los héroes de calse baja de sus temas votando republicano, esos héroes castigados por el paro, la recesión económica y el alcohol en Nebraska, Wyoming o, sí, New Jersey. En fin. Britney está con Bush, pero yo creo que más por despiste, a tenor de lo visto en Farenheit 9/11. Me pregunto si los artistas independientes estarán con Nader y me gustaría saber qué opina Trent Reznor de todo esto; ¿para cuando el Partido Nihilista Americano? Oigo contar en una entrevista a Pérez Reverte que escribir es vivir mil vidas diferentes. Según lo que escribas, pienso. Dice "si quiero conocer a Kim Basinger, pues la meto en una de mis historias y ya está". Luego dice que la mayoría de los escritores siguen siendo hombres porque el hombre trata de compensar su imposibilidad para concebir otra vida con la creación cultural: literatura, pintura, música, etc. Ya creía superado el psicoanálisis como herramienta de explicación de la creación a esta alturas de la película. Quizá el Sr. Reverte tiene más años de los que aparenta. Algunos hombres buenos y aquí tenéis el gran fotoblog de Rebeca, sin justificación, sin verguenza: www.fotolog.net/paroxista