lunes, mayo 16, 2005
a veces lo olvidamos, ser amables con nosotros mismos. Guardamos la mejor de nuestras sonrisas para el camarero, cedemos la puerta al compañero de trabajo, le preguntamos cómo va todo a una vecina. Perdonamos los errores ajenos y somos taxativos con los nuestros, somos duros, somos radicales. Olvidamos ser amables con nosotros mismos y nos guardamos el cariño y nos reservamos la rígida tortura de la eficacia obligada, o la autoexigencia máxima, en un afán torpe por ser perfectos.
a veces olvidamos que somos lo más valioso de nuestro día a día y una noche lluviosa regresamos a a casa cansados, y nos encontramos a nosostros mismos sentados en el sofá, mirando el televisor con la mirada perdida, casi extraños, y tenemos que reconquistarnos poco a poco, con palabras primero suaves y poco a poco más efusivas, como se recupera la mirada y el tacto de tu chica cuando has sido estúpido y la has hecho daño.
a veces lleva tiempo, perdonarse, caerse bien, ser paciente
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1 comentario:
Oiga, que digo que cuando lo consiga, lo de ser amable con uno mismo digo, que si es tan amable, me pase el libro de instrucciones, por favor...
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