me mintió. no cerró el blog, sino que lo cambió de nombre. no tenía porqué hacerlo. habría bastado con que me pidiera que no dejara comentarios. yo sé que lee los diasconta2, a pesar de que el tiempo haya pasado y de que lo nuestro se rompiera. y nunca me ha importado. ahora, en fotos, la he vuelto a ver, después de un año. también a él, que para mí ya tiene ojos y cara. sin rencor, de verdad. pero no tenías que mentirme. no a mí que te enseñé lo que era un blog. no a mí que te llevé al cine a ver la película que da nombre a tu usuario de blogger. mira, otra vez. no tenías porqué mentirme