viernes, agosto 10, 2007

no, no lo esperas pero al final ocurre, hablas y hablas aunque estás pensando mejor conócela tu misma. Rebe viene a Salamanca con todas esas risas que le brotan de la garganta, esas manitas que se mueven rápido y los ojos que te miran tan verdes, debería todo el mundo conocerla, ella que es Barnes por ejemplo y ella que busca el caramelo del flan, paroxista, llena de nombres de amigos y de idas y venidas por media España, intentando que a la rutina no se le caiga le t y dejándome 'Lanzarote', de Houellebecq, con vuelta, días atrás en casa de Marta, bueno, eso es estupendo porque siempre tienes ganas de abrazarla y porque te encanta de verdad pasar uno de esos ratos absurdos o geniales o impredecibles o estupendos y cómodos que se pasan con Rebe, que encima va y me regala una foto de Bowie que fue de su madre, y yo que le pido una dedicatoria y ella que se lo piensa y yo que la leo y Ziggy y esta chica que es claramente una estupenda y necesaria buena amiga

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Esa sensación es familiar, ese "debería todo el mundo conocerla" da vida cuando se nos empiezan a caer las letras y no tenemos suficientes estribillos.

Alnitak dijo...

Es precioso. Qué bonito.

manolai dijo...

absolutamente. un abrazo a los dos