
miércoles, mayo 31, 2006

domingo, mayo 28, 2006
entonces no era consciente, como no somos conscientes de casi nada cuando estamos tan perdidamente enamorados como yo lo estaba de ella. Su cuerpo me fascinaba hasta el punto de hacerme levantar de madrugada, tembloroso, solo en medio de la pesadilla que era echarla de menos más allá de una hora, dos horas como mucho. entonces no era consciente, subido a ese cóctel de drogas alucinógneas que rebosan en nuestro cerebro cuando nos enamoramos: subido de endorfinas y chutado de serotonina, como un éxtasis que no baja y lo que es mejor, del que no quiere vajar. porque no sabes que estás arriba, solo piensas que eres un animal flotando por encima de los demás animales, flotando a varios palmos del suelo, ella, tú también, pero sobre todo, a parte de todo, por encima de todo ella. Enamorarte para acabar de una vez con el amor. con la idea de amor, con el miedo al amor. enamorarte para seguir vivo, no como antes, no como después, no como algún día, enamorarte y ya, enamorarte y ahora, en-este-preciso-momento.
pero decía que no era consciente entonces. me gustan las chicas sanas. lo he descubierto. esas de cara amplia, tez blanca, boca grande como una promesa, dentadura perfecta, ojos desbordantes. con sanas quiero decir que echen a correr, que hablen alto a veces, que juegen a todos los deportes y algunos mejor que tú, que coman hasta el atracón, que beban hasta el delirio, sanas, de las que saltan en los conciertos, nada de fumar, nada de maquillaje, nada de perfumes fuertes, de las que se ponen unos pantalones cortos y se van a correr, de las que siempre van en bicicleta, de las que se tiran de cabeza a la piscina y ocurre que todos los demás quieren hacer lo mismo, inmediatamente, una de esas chicas que huele a leche y sudor antes que a humo o crema o,loción corporal
miércoles, mayo 24, 2006
tristeporquesi (II)
a peticiones varias, como la de "crónicas...", me lanzo a una lista improvisada, porque había cientas, de pildoras de tragedia en menos de cuatro minutos. ojo, no de melancolía ni de tristeza, digo de tragedia, que es algo más amplio y por lo tanto menos comprometedor. administrese con precaución, mucha precaución:
la sesión debería comenzar con dos piezas como el Adagio de Albinoni y el tema principal que Ray Cooder grabó para 'Paris Texas', de Win Wenders. A partir de aquí ya no hay marcha atrás. Por ejemplo:
- "Round Here", de Counting Crows
- "Perfect Day", de Lou Reed
- "I know it´s over", de The Smiths
- "Powderfinger", de Neil Young
- "The show must go on", de Queen
- "Disarm", de Smashing Pumpkins
- "Lost cause", de Beck
- "True Love Waits" y "Like spinning plates", de Radiohead
- "One", de U2
- "Sábado", de Cristina Rosenvinge
- "When the stars go blue", de Ryan Adams
- "November rain", de Guns N´ Roses
- "De un mundo raro", de Chavela Vargas.
- "Aunque tu no lo sepas", de Quique González
- "La guerra de las galaxias" y "Que no sea Kang, por favor", de Los Planetas
- "M", de los Piratas
- "Baby I´m gonna leave you", de Led Zeppelin
- "Oh melancolía", de Silvio Rodríguez
- "Nothing compares 2 U", de Sinead O´Connor
- "Summer time", de Billie Holiday
- "Por tu tristeza", de Los Secretos
- "Tiny tears", de The Tinderstics
- "Laura va" y "Media Verónica", de Andrés Calamaro
- "Zombie"
- "Rock N´ Roll Suicide", de David Bowie
de todos modos me he saltado a gente especializada en hacernos llorar como los Red House Painters, Trembling Blue Stars, Mazzy Star, Elliot Smith, Beth Orton, Warren Zevon, Anthony and the Jonhnson...Luego hay tipos que tiene tremendas odas a la tristeza más honda, como Dylan, Van Morrison, The Doors, Nick Drake, Leonard Cohen, Iggy Pop, Nick Drake o Tim Buckley. Y discos que mejor que te pillen confesado. Me pasa eso con 'Arde', de Migala, o con el "After the gold rush", de Neil Young. Son como una apisonadora. Mejor que te pillen prevenido. Y no me olvido de gente como Nick Cave, que ha hecho se las baladas pantanosas, extremas y dolientes una bandera en su carrera. y me dejo a tantos...
Bueno; aportaciones, críticas, sugerencias.
sábado, mayo 20, 2006
tiempotristesiosi

jueves, mayo 18, 2006
El Niño Bueno
No sabré desatarme los zapatos y dejar que la ciudad me muerda los pies
no me emborracharé bajo los puentes, no cometeré faltas de estilo.
Acepto este destino de camisas planchadas,
llego a tiempo a los cines, cedo mi asiento a las señoras.
El largo desarreglo de los sentidos me va mal. Opto
por el dentífrico y las toallas. Me vacuno.
Mira qué pobre amante, incapaz de meterse en una fuente
para traerte un pescadito rojo
bajo la rabia de gendarmes y niñeras
miércoles, mayo 17, 2006
todo está en los libros
por eso todo lo que hago es leer, porque si tienes un libro nunca estás solo, porque ellos son de lo poco en lo que puedes confiar en que nunca cambiará de opinión para agradarte o pedirte algo, porque ellos se dejan abandonar sin razón, motivo ni súplica de razones, aparecen, cambian tu vida para siempre y se marchan y parece simple, los libros más baratos son los mejores, no esperes nada de los best-sellers a 22 euros, apuesta por las librerías de viejo y las ferias del libro de segunda mano y las ferias del libro antiguo con libros que nunca llegan a los 8 euros.
una vez entrevisté a Sánchez-Drago y me dijo "el libro es como una víscera, una parte de tu cuerpo a la que no puede renunciar, que es parte de tí pero no es tu cuerpo". y casi aplaudo, porque casi siempre me acuesto con un libro en las manos y cuando despierto está ahí, esperándome para lo aborde de nuevo, y en vacaciones la relación con ellos es especial porque el tiempo se dilata como en los relojes de Dalí y siempre abrir por ejemplo un Vicente Verdú y sumergirme en él como el pasado verano y mi casa rebosa de ellos
hay un cuento de ya-no-recuerdo-quien en el que un tipo comienza a leer la historia de un naúfrago que llega a una isla y no encuentra comida ni bebida y poco a poco empieza a perder peso y el lector, en vida paralela, sufre exactamente la misma privación porque no puede dejar de leer la historia y al final mueren los dos y ese cuento me parece perfecto porque creo de verdad que la realidad está en los libros, no en la realidad, que solo una inspiración para la literatura
yo era uno de esos niños que se mete con un tebeo en la cama y una linterna o un flexo y se quedaba hasta las tres de la mañana leyendo cómics y supongo que así empezó todo un día recuerdo que mi padre me dijo "te va a pasar como a Don Quijote" y luego me hizo un guiño de complicidad y mi abuelo siempre me regalaba libros de aventuras tipo Sandokan o Guillermo Tell o Capitanes Intrépidos y tuve la suerte de que mi madre siempre fue una devota de García Márquez y ni siquiera aquél tiránico profesor de literatura que nos obligaba a leer en un trimestre Crimen y Castigo, Los Hermanos Karamazov y Doctor Zhivago logró auyentarme de la letra impresa, algo que sí logro en muchos de mis compañeros y amigos
ahora soy ávido, omnívoro, incontrolado lector de todo lo que cae a mi paso, no solo novelas, prensa nacional, prensa deportiva, a veces hasta tres al día, blos, páginas de internet, foros, revistas de música, política, deportes, literatura, motor, bricolaje, pasquines, programas políticos, notas de prensa, hasta prescindible publicidad, estoy lleno de palabras y solo trabajar en el periódico me calma porque al fin hago mi loca aportación, me quito de encima mis propias palabras que brotan como en un geiser que no acaba de explotar pero sí poco a poco, poco a poco
martes, mayo 16, 2006
han revertido el orden natural de las cosas
él se machaca dos horas al día en el gimnasio, cinco días a la semana y toma proteínas, toma creatína, come cada dos horas y solo arroz y pechugas de pollo o atún y no le ofrezcas chocolate o le invites a una copa porque eso no, eso no puede
ella sí, a veces hace aeróbic
él se afeita con Wilkinson Turbo III Match
ella se depila con Venus
él ha visto ya Misión Imposible III
ella lee con delirio a Navokov
por supuesto, ella es la que manda
él quien escribe las poesías
miércoles, mayo 10, 2006
la mundial
el Mundial se acerca y ya es inevitable: si no te gusta el fútbol, olvídate de estar a salvo. Seguirás, quieras o no, a la selección española, la evolución de Raúl, el malestar de Ronaldo, la incomodidad de Henry, el adiós de Zidane. El fútbol es así. Inevitable. No soy un loco de la Liga, pero el Mundial es siempre distinto, y lo es porque en apenas dos, tres semanas, tienes la ocasión de ver de una tacada a los mejores jugadores del mundo, a todas las selecciones que quieras. Y está el morbo: un Irlanda-Inglaterra, un Irán-EE.UU, un España-Italia, son más que partidos de fútbol.Y están a las aficiones, que se vuelven locas y son una masa de gente curiosa y anecdótica.
Y las aglomeraciones me agobian, y repudio los aborregamientos, pero al final siempre acabo viendo los partidos de España en un bar lleno de gente, delante de una pantalla enorme, sufriendo, casi siempre sufriendo. el primer Mundial que recuerdo, por edad, con completa consciencia, es el de Italia 90, aunque también tengo recuerdos sueltos de México 86 y varios álbums de cromos que lo atestiguan. Luego llegó el de EE.UU. 94, el de la despedida de Maradona por la puerta de atrás de los positivos en los controles de orina, y el último, claro, desangelado en el lejano oriente. Y puedo recordar dónde, con quién y cómo estaba viendo ese partido, y ahí es donde aparaecen amigos, mi padre, amigos de mi padre, alguna ex novia. Son siempre recuerdos de tiempo cálido, camisetas de manga corta, noches largas, días de verano, felicidad.
Ahora la Sexta, que sintonizo en casa desde hace unas semanas, está emitiendo unos documentales estupendos sobre esos campeonatos, con especial dedicación a los partidos más importantes, y es extraño recuperar esas imágenes, que han quedado deformadas por el recuerdo. Pantalones muy cortos, nombres de jugadores que llevaba tanto sin pronunciar. Ayer, por ejemplo, vi de nuevo el codazo de Tassoti a Luis Enrique, y el fallo garrafal de Julio Salinas en ese partido contra Italia, y descubrí que no se ajustaba más que de lejos a cómo yo lo recordaba.
Los Juegos Olímpicos también me fascinan, mucho más, pero son otra historia. escribiré sobre ello.
jueves, mayo 04, 2006
la primera vez que escuché el nuevo single del nuevo disco de Morrisey, estaba en sala de pesas, y lo que ví me estremeció: estaba allí, en una de las pequeñas pantallas, y en el vídeo parecía dirigirse, micrófono en mano, a una audiencia extraña, que el realizador mostraba de forma intermitente, un público de los años setenta, entumecido, casi ajeno al desgañite de un cantante a medio camino entre Sinatra y Alice Cooper. Porque esa era otra. Morrisey aparecía inmaculado en su traje, con el flequillo medidamente rebelde, empuñando el micro como un crooner clásico, moviendose despacio, de lado a lado, jugueteando con el cable eléctrico en un compás de hombros irrepetible, escoltado por una corte de músicos leves, casi fantasmales allá al fondo y él
estaba allí
había vuelto
sí, el tema era 'You have killed me', para mi lo mejor que ha sacado en años, un tema directo, pegadizo, irónico, crucial
lo demás ocurrió como suele ocurrir. me quedé enganchado de la canción y al poco me compré el disco. en la portada aparece él tocando un violín, elegante, tonteando en esa portada con la tipografía de los discos clásicos de ópera, esos que miras de reojo y con desdén en las tiendas de discos, con más cariño en las bibliotecas públicas
me habían dicho muchas veces que no había que hacerle caso, que Mozz ya no mordía, que estaba pasado, me habían dicho muchas cosas
Y estaban equivocados: 'The ringleader of the tormentors' (algo así como 'El cabecilla de los atormentados') es un discazo. Es el mejor Morrisey, un tipo que es un mal bicho, un cabrón prepotente y soberbio, pero es también un embajador perfecto de la música pop, el profeta de sí mismo, es más Morrisey de lo que seguramente nunca pensó que podría llegar a ser.
Está pletórico, alegre y triste a la vez, solemne y modesto, enorme, colosal. Si escuchas 'Life is a pigsty' y no sienten escalofríos y casi hueles toda la lluvia y el dolor que hay en esa canción, el problema es tuyo, no suyo. Y si no das saltos con 'In the future when all´s well', más de lo mismo. Podría seguir, claro. Es un álbum de esos que no ganan con los años, porque ya están entre tus favoritos de siempre y es un regalo, un premio.
Y además ya tengo una buena razón para dejarme caer por el FIB este verano.
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