sábado, marzo 31, 2007

cuando volvió a casa, su padre le preguntó por qué tal había ido la tarde y él pensó que aquello era como preguntar a Lennon qué tal por el edificio Dakota había conducido durante cuatro horas para verla pero ella, por teléfono, le dijo que no, que no se verían y él había tenido que parar en una gasolinera, al regresar porque las lágrimas no le dejaban ver la carretera aquella noche aún era marzo, pero llovió todo noviembre

10 comentarios:

Mycroft dijo...

Como en aquella peli de coppola, llueve sobre el corazón. El corazón se moja, y la humedad acaba por dejarlo tiritando.

Anónimo dijo...

si gastó las lágrimas de noviembre en marzo, en noviembre tendrá que gastar las sonrisas que en marzo no salieron...
no sé, digo yo
najwa

Anónimo dijo...

Suscribo todo, ahora justo que casualmente andaba con un npost de Lennon y el edificio DAkota...

Pol dijo...

Ella
"Las heridas no se me van a curar por muchas flores que traigas...No te quiero ver por aqui..."

El
"Por favor he cambiado..."

Ella
"Cambiado? Te has comprado un latigo? El juez lo dejo claro. 5 minutos. Como me asome y estes ahi, llamo a la policia"

El arranca y se aleja derrapando. A lo lejos se ve como se el coche se aleja. El tira el ramo por la ventana provocando una nube de petalos de rosa.


Abrazo va!

LA CAÑA DE ESPAÑA dijo...

No sé, no sé...
Yo he hecho tantas locuras por amor, y sólo lo estuve una vez, que casi, la tuya de cuatro horas conduciendo, no me parece tan descabellada... pero: esa manía de seguir recordando...

Un abrazo y suerte.

Para, creo que voy a vomitar dijo...

Y es que a veces son los corazones los que necesitan gasolina.

Un besazo.

Elena -sin h- dijo...

Y es que a veces no hay suficientes kilómetros para echar a correr...

Mr Blueberry dijo...

"él pensó que aquello
era como preguntar a Lennon qué tal por el edificio Dakota"

Muy buena la frase...Aunque espero que no te sientas igual que Lennon...

Saludos

Alnitak dijo...

Esa es el tipo de locuras que hacemos pensando que vamos a conseguir algo, que vamos a enternecer a la otra persona y que va a quedar con nosotros. "Ha pasado cuatro horas conduciendo, se lo merece". Pero a veces, muchas veces, no funciona así, y tampoco es bueno provocar así los encuentros, niño.

Un abrazo enorme y ánimo

Lydia dijo...

Muy bello, Bowie.
Bonita selección de palabras, de esencias, de imágenes.
Por suerte siempre acabamos de llorar. Al final acaba siendo sólo un proceso.

Besos.