martes, junio 21, 2005

me levanto a las 9 de la mañana, apenas he dormido por el calor y tengo un fuerte dolor de cabeza, en parte porque ayer me quedé leyendo hasta tarde y en realidad he dormido poco. mi intención de anoche era levantarme pronto y aprovechar la mañana para pasarme por el gimnasio antes de ir al periódico. lo primero que hago por la mañana es escoger el disco que me va a dar los buenos días, la primera voz humana que voy a escuchar en el día; opción1: la radio, pero en función de la emisora me voy a topar con un estado de ánimo deiferente, que no es lo mismo oir a Losantos, que a Gabilondo o que Herrera en la Onda, obvio.y radio3 no sé donde si sintoniza en esta ciudad. Así que casi siempre opto por poner un disco. Hoy ha sido "The queen is dead", de los Smiths. Subo el volumen para poder oir la música bajo la ducha, que es a donde me dirijo a continuación. Dejo que el agua caliente brote mientras me quito me dispongo a entrar, ya est ya estoy allí, cantando I know it´s over bajo esa modesta lluvia. Salgo de allí, me seco con la toalla verde y suave, son las 9.30, me visto, me pongo encima la camistea de los Juegos Olímpicos que me trajeron de Atenas el verano pasado, que es una de mis favoritas, y me miro en el espejo y me aplico una crema facial que el otro día le tomé prestada a mi hermana, desodorante, una pizca de gel para el pelo, aprovecho el vapor para darme crema de afeitar y me paso la cuchilla mientras canto "Some girls are bigger than others" y quiero, por un momento, ser Morrisey, mientras paso al after shave y a las palmaditas en los mofletes. Al poco ya he cambiado el disco, ya no me duele la cabeza y me siento muy bien, he puesto un cd variado que me bajé de internet con el kazaa y he preparado café recien hecho y huele estupendamente bien y huevos revueltos con pechuga de pavo y también hay muesli con pasas y coco y un yogur y un vaso de zumo de naranja, y escucho "Tiny tears", de Tindersticks. Pienso que no, que no voy a ir al gimnsaio y que como es martes me pasaré por el kiosko para comprar la Gigantes del Basket, así que doy prisa para salir de casa, me pongo en marcha, gafas de sol, cartera, llaves y móvil en los bolsillos de este pantalón con tantos, apago el CD cuando está sonando "Uncle Joe" de Red House Painters. Cuando salgo de casa compruebo que el día no parece que vaya a ser tan caluroso como el de ayer y recuerdo que tengo que confirmar quien viene y quien no a la despedida de soltero de mi primo, el próximo sábado, y que tengo que llamar a mi antiguo compañero de piso en madrid porque el otro día me llamó y no contesté al teléfono. Cuando paso junto a una cafetería veo a un tipo leyendo el ártículo que publiqué ayer en el periódico del día y eso me gusta. La calle está llena de gente y todo el mundo parece ocupado pero no atacado, es decir, que todos tienen algo que hacer pero que no parece correr prisa. En cada esquina hay conversaciones sueltas que apenas acierto a escuchar. Me cruzo con el concejal de comercio, con el que un dia jugué al fútbol sala, me cruzo con gente, dos o tres, que me mira para arriba con gesto de asombro por la calle pero ya estoy acostumbrado así que no me importa demasiado. voy directo al kiosko y el tipo ya me conoce y sabe qué es lo que quiero y luego vengo directo a la redacción, a las 10.45, cuando a esta hora sólo está la señora de la limpieza, que creo que se llama Ana pero a la que apenas conozco porque cuando yo suelo llegar ella ya se ha marchado, y me dice que hoy he madrugado mucho. llamo a Rafa pero me dice que luego me llama él, llamo a Roma que ya está totalmente recuperada y me alegro, echo un vistazo a la revista y a la prensa del día y Pablo, el chico de administración, me da los buenos días. en la pista de tenis que hay detras de nuestro edificio dos chicos pelotean. Dentro de poco llegarán mis compañeras de trabajo. Creo que va a ser un gran día.

3 comentarios:

Arcangel dijo...

Espero que asi sea. Besos

Anónimo dijo...

Pues claro que será estupendo ya lo verás. Tan inesperado y sorprendente como este sábado loco.
Beso, Roma desde Madrid

Anónimo dijo...

Yo creo que eres maravilloso.