miércoles, junio 01, 2005

hablando de discos: -"Una semana en el motor de un autobús": me lo compré en Radyre, cuando estaba en segundo o en tercero de carrera. Podría decir que cambió mi vida, si no fuera porque eso ya lo habían hecho los dos discos anteriores de Los Planetas. "Una semana..." lo consiguió, volverme loco, procurarme el escalofrío recorriendo la espalda como un puñal, acelerar todos los días y entumecer todas las noches y todo eso. Lo mejor que podías hacer cuando tenías veinte años era apostar por las canciones y en ese disco había unas cuantas para siempre, de esas que no puedes sacarte de la cabeza en toda tu vida. A veces, cuando me siento el ser más ajeno al mundo que pisa la tierra, o cuando me echo de menos o cuando me siento cerca de una de las mil maneras que tiene alguien de volverse loco, me lo pongo, pulso el play, y ya está, soy parte del aire. -"The Boatman´s Call". Siempre he pensado que Nick Cave es un tio colgado de sí mismo y con un toque seductor y suicida que siempre te lo pone en contra. Como un concertista en una discoteca, como una sombrilla en el día más lluvioso del invierno. Cave sabe más de todos nosotros de lo que nosotros sabremos nunca. Este es un disco triste, sí, claro que lo es, pero es desgarradoramente real, visceral, y lo bastante cruel como para hacer creer que está escrito, orquestado y cantado con las entrañas de la desilusión. Para todas las tardes de todos los días que van de octubre a enero. to be continued...

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