viernes, agosto 05, 2005
la idea había sido tuya; conducir hasta llegar al mar y, una vez allí, alquilar una casa
en la línea de playa y pasar unos días. Acepté porque me lo pediste de la manera en la que no podía negarme, entornando los ojos así y con un abrazo tímido de aquellos que tu sabías dar tan bien. Te había conocido poco tiempo antes y entonces eras todavía como una llaga abierta, apenas sí podía tocarte, apenas lograba entrecruzar mi mano con la tuya cuando paseábamos. Prefeccioné el lenguaje de los gestos contigo, las insinuaciones a actos y pensamientos, el sutil arte de los escritos en papeles que procuraba dejar a la vista. De alguna manera funcionó. Avanzamos rápido y seguro, eso creo, aunque tu siempre lo negaras.
Solo tardamos dos días en llegar a la costa. En el camino paramos a dormir en un motel de carretera en el que nade hablaba nuestro idioma. Por la mañana continuamos el trayecto, nos turnamos para conducir y para dormir. Y llegamos a la ciudad elegida de madrugada, calles desiertas que hacían presagiar un muelle rebosante de pescadores preparados para echarse al mar. Será fácil negociar el alquiler de una casa, dijiste convencida. Y acertaste, porque al poco ya teníamos las llaves en la mano.
Estuvimos allí más tiempo del previsto, hasta casi el final del verano. Dormíamos todo el día y vivíamos por la noche. Intimamos con las gaviotas, que en contra de lo pensado viven más por la noche. Era entonces cuando llegaban tus paseos por la orilla del mar, el mar que viene del mar, como te gustaba decir, la baba de Dios.
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4 comentarios:
Qué extraño me resulta darme cuenta, tras leerte, de que me gustaría vivir alguna vez lejos del mar para poder conducir hasta él en un largo viaje como el de las pelis amercicanas...
Cómo me gustaría tener una historia así que almacenar en mis recuerdos...
You got a fast car
I want a ticket to anywhere
Maybe we can make a deal
Maybe together we can get somewhere
Anything is better
Starting from zero got nothing to lose
Maybe we'll make something
But me myself I got nothing to prove
YOU got a fast car
Madre mía...llamar al mar la baba de Dios es como decir que Dios es Forrest Gump y con algo así, podría caernos un rayo divino...
Joder, lo siento, lo siento, lo siento...ha sido la coronita y la abstinencia. Ya no más, de verdad. Venga, probaré otro más adecuado:
"Si realmente lo que se busca es salir de fuera de ti mismo, nada mejor que llegar al sitio donde nadie habla tu idioma. Y callar."
Hala... qué cursi. Me quedo con Forrest Gump.
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