lunes, noviembre 07, 2005
estamos rodeados de imprecisión, de dolorosa inflación palabraria, toma palabro. quiero decir que encendemos la televisión y escuchamos eso de una nueva generación de diésel y decimos só y compramos y escuchamos eso de si quieres cambias de vida y de verdad pensamos que si nos toca el combo vamos a olvidarnos de nuestra vida actual y a ser felices de una vez, no como ahora y es cómico
y luego nos quedan las palabras pequeñas y distantes y sobre todo gastadas y tratamos de decir qué nos hace felices y es absurdo, porque hemos gastado todo el sentido de cada palabra para vender coches y lavadoras y casas y muebles y maquinillas de afeitar y mp3's y demás obscenidades
manifa ya
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4 comentarios:
Yo confío en que no la hayamos gastado todas.
Sin duda pretender vender tu felicidad al dinero resulta descorazonadoramente triste...
Hoy no pienso entender la televisión por si acaso ;)
Tampoco se gastan..sirven a otros objetivos. Infinidad de ellos,. Que nosotros mismos inventamos. Algunos inútiles, otros no. Pero las palabras siempre crean magia y son tan flexibles..(que te iba a decir yo..si me dedico a eso!)
El otro día me lo decía un taxista... que somos unos cobardes, y tiene razón.
¿Por qué somos tan cobardes?
Te echo de menos.
me animo a esa manifa...suena genial el despertar revolucionario..
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