viernes, marzo 03, 2006

"Mi vida se distiende cada día como una piel dolorida, pero al menos me aporta como consuelo la conciencia de mi propio ser, del tiempo, de Dios, de los míos. Parece ser que en los países opulentos los hombres se adormecen. Despiertan tan sólo a la hora de la muerte,con un sentimiento de terror absoluto,con su existencia de pronto más desnuda que todos nuestros desiertos. Me lo ha contado gente que ha vivido en la riqueza, y hasta en Occidente. Yo no sé nada de eso, pero pensarlo me alivia un poco"
Camella, Marc Durin-Valois

1 comentario:

Esther dijo...

si que es cierto que se despierta en el momento de la muerte, y no necesariamente la propia, te lo digo por experiencia. Bueno, lo importante es despertar. Pero sí, es una pena vivir sin vivir... Occidente.