miércoles, agosto 30, 2006

Elio Vittorini Conversación en Sicilia (fragmento)
"Esto era lo terrible: la quietud en la no esperanza. Creer perdido al género humano y no tener fiebre de hacer cualquier cosa en contra, ganas de perderme, por ejemplo, con él. Estaba agitado por abstractos furores, no en la sangre, y estaba quieto, no tenía ganas de nada. No me importaba que mi compañera me esperase, reunirme con ella o no u hojear un diccionario era para mí lo mismo; y salir a ver a los amigos, a los demás, o quedarme en casa era para mí lo mismo. Estaba quieto, era como si jamás hubiese tenido un día de vida, ni jamás hubiese sabido qué significa ser feliz, como si no tuviese nada que decir, que afirmar, negar, nada mío que poner en juego, y nada que escuchar, que dar y ninguna disposición para recibir, y como si jamás en todos mis años de existencia hubiese comido pan, hubiese bebido vino, o bebido café, jamás hubiese ido a la cama con una muchacha, jamás hubiese tenido hijos, jamás me hubiese caído a golpes con cualquiera, o no creyese todo eso posible, como si jamás hubiese tenido una infancia en Sicilia entre las tunas y el azufre, en las montañas; pero me agitaba dentro de mí por abstractos furores, y pensaba en el género humano perdido, inclinaba la cabeza, y llovía, no decía una palabra a mis amigos, y el agua me entraba en los zapatos."

7 comentarios:

Alnitak dijo...

Perdido, perdido y muerto diría yo, aunque algunos se esfuercen en escapar de los escombros.
¡que triste en el fondo! Y que impotencia se siente!

LA CAÑA DE ESPAÑA dijo...

uyy uyyyyyy
Ya sabes en donde estoy... por si quieres charlar un rato, quiero decir.

Laura Pando dijo...

Si lo lees en alto casi puedes notar cómo las palabras huyen temerosas ante tanto vacío...Yo acabo de hacerlo y las he visto escapar corriendo de mis labios, de mi propia voz a penas imperceptible.
Eso debe ser lo más parecido a estar muerto o a no estar vivo (que no es lo mismo...)

Besos

Mon dijo...

puedo entenderlo todo, casi que lo viví, tal vez...
ninguna palabra sonó extraña, ninguna imagen, me atrapó tu relato, tu blog, te leí entero y no suele ocurrirme.
pero me dieron curiosidad tus abstractos furores...

Laura R. C. dijo...

encontrando algo en común: Bunbury y tristes historias.
Sí fueron intensos mis 17 años...y mis 18, 19, 20, 21, 22...
Por tus letras adivino que también vives intensamente, aunque sea el dolor.

Artic dijo...

Terrible. Para los que conocemos esa sensación. La sensación de estar perdido enmedio de ninguna parte... para la literatura, genial. Para la vida, horrible.

Saludos ;)

hack de man dijo...

Imagino que, quien más quien menos, habremos pasado por alguna situación parecida, no?

En el love boat no pasaría eso... ;-)